El Gobierno invertirá 421.367.950 euros en la adquisición de municiones para el Ejército de Tierra, tras su reciente aprobación en el Consejo de Ministros. De los dos contratos, el más alto alcanza los 345.447.712 euros por proyectiles de rango extendido de 155 milímetros, que permite a la Artillería de Campaña alcanzar más de 40 kilómetros para una mayor protección a las fuerzas y unidades propias, así como para disponer de superioridad en el enfrentamiento.
De acuerdo a lo publicado por la Moncloa, dados los compromisos y las necesidades surgidas en el actual contexto internacional, se hace necesario reponer las existencias de las municiones consumidas en los últimos años y garantizar su suministro en condiciones de autonomía estratégica.
En paralelo, se ha aprobado por 75.920.238 euros, el suministro de munición de artillería de campaña para obuses con un calibre de 105 milímetros. Estos sistemas resultan "necesarios para el cumplimiento de misiones y cometidos propios del Arma y de los compromisos internacionales adquiridos por el Ministerio de Defensa, especialmente en el ámbito de la NATO Reaction Forces".
La referencia agrega que este tipo de munición es asimismo necesaria para mantener unos niveles adecuados de instrucción y adiestramiento. En consecuencia, es preciso reponer las existencias consumidas en los últimos años de este tipo de municiones.
Obús utilizado por el Ejército de Tierra.
Guerra en Ucrania
La demanda de munición de los calibres 105 y, sobre todo, 155 milímetros ha incrementado en los últimos meses a raíz de la guerra en Ucrania. La artillería de campaña está siendo un arma muy utilizada tanto por el Ejército ucraniano como por el ruso en el frente para desgastar las posiciones enemigas. El Ejército de Tierra ha multiplicado en lo que va de año las compras de munición de artillería. El pasado mes de mayo, sin ir más lejos, cerró con Expal contratos por un importe total superior a los 45 millones de euros para el suministro de munición de 155 mm en su mayor parte de alcance extendido. En aquella ocasión, no se detalló el número de unidades adquiridas.
Entre los principales candidatos a estas licitaciones, se encuentran dos empresas españolas, la mencionada Expal, que recientemente ha sido adquirida por Rheinmetall, y la Fábrica de Municiones de Granada (FMG). Ambas están especializadas en la producción de munición de estos calibres y trabajan prácticamente al 100% de su capacidad ante el incremento de pedidos.