El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha aprovechado su vista a España durante la cumbre de primeros ministros de la UE para pedirle a Pedro Sánchez más material. El resultado ha sido el compromiso de entrega de seis lanzadores de misiles Hawk que se sumarán a los otros seis Hawk que España ya envió a Ucrania en su momento y al Aspide, además de sistemas de desminado y antidrones, ambos aún por determinar. Sánchez también ofreció la instrucción de los militares ucranianos que tengan que utilizar ese material. Además, como presidente de turno de la UE, Sánchez comprometió el inicio de las negociaciones durante el mandato español para la entrada de Ucrania en la UE.
Todos los sistemas a los que se han referido ambos presidentes son esenciales por Ucrania. Los antiaéreos han mantenido hasta ahora a la aviación y misilística rusa prácticamente fuera de la guerra, los de desminado permite crear corredores seguros para el avance de las tropas y la tranquilidad civil y los antidrones son los únicos capaces de hacer frente a la que sin duda se ha convertido en el arma estrella de la guerra.
En este sentido, es de reseñar que esta misma semana en el Foro 2E+I del Ejército de Tierra, TRC ha presentado la más reciente evolución de sus sistema Cervus III, ahora con inteligencia artificial y machine learning que, según ha explicado la empresa, "minimiza la intervención humana en la toma de decisiones y mejora la ratio de aciertos significativamente”. Este sistema, en funcionamiento en el Ejército de Tierra, probado en Mali y desplegado actualmente en Letonia, es el único 100% español que poseen las Fuerzas Armadas y de los pocos en general en activo en España. El resto de sistemas en funcionamiento son en su mayor parte para drones pequeños y funcionan mediante inhibidores. No obstante, en ese mismo foro, la secretaria de Estado de Defensa (Sedef), Amparo Valcarce, desveló que el Ministerio de Defensa trabaja en “el desarrollo nacional de sistemas de neutralización contra sistemas no tripulados, con cohetes, artillería y morteros, incluso mediante sistemas de energía dirigida con láseres de alta potencia”.
Este material se suma al ya enviado por España en diversos lotes que comenzaron a mitad del avance ruso con munición, armamento ligero (lanzagranadas y ametralladoras) y material sanitario, incluida un RG-31 en la versión ambulancia blindada. Tras esos envíos iniciales se entregaron posteriormente 1.300 lanzagranadas C90, más ametralladoras ligeras y más munición, junto con chalecos y cascos. Luego, a finales de agosto del año pasado, se envió combustible, vestuario y equipamiento de invierno, además de material sanitario, un lote de munición de artillería, vehículos de transporte TOA y el primer sistema de defensa antiaérea, el Aspide. Unas semanas después salieron de España 22 vehículos (ambulancias militares, camiones y vehículos de transporte Vamtac y Anibal). Tras ellos llegaron los primeros Hawk y poco después obuses de 105 mm Ligh Gun, más lanzadores Hawk y generadores para garantizar el suministro eléctrico. No obstante, el punto culmen de los envíos fue el de los Leopard.