La Armada ha adjudicado a Navantia un contrato de casi medio millón de euros para la integración en los nuevos submarinos S-80 del misil NSM (Naval Strike Missile) de la empresa noruega Kongsberg.
El contrato contempla las actividades de integración preliminares del misil NSM-SL en los buques. En concreto, los estudios sobre el desarrollo, integración y ciclo de vida. Las siglas SL hacen referencia a la versión del misil para submarinos. Los trabajos tendrán una duración de tres meses. El presupuesto exacto es de 446.908 euros.
La Armada ha seleccionado el NSM para reemplazar al veterano Harpoon como misil antibuque principal. Este sistema, con un alcance próximo a los 200 kilómetros, también será implantado en las fragatas F-100 en servicio y las futuras F-110 en construcción en el astillero de Navantia en Ferrol.
En el proceso de selección, la Armada puso al NSM la nota más alta en cuatro áreas: operación, costes, plan de mantenimiento durante el ciclo de vida y retorno industrial. A finales de 2022, el Ministerio de Defensa recibió el visto bueno del Gobierno a un pedido valorado en 125 millones, del que no ha trascendido el número de unidades. La previsión es que los primeros misiles lleguen a España en cuatro años, en 2027.
El contrato de integración ha visto la luz este jueves apenas tres días después de que Navantia y Kongsberg ampliaran su colaboración para integrar el NSM en los buques construidos por el astillero español. Como publicó Infodefensa.com, la Armada y Navantia, junto con otras empresas como SMS y el fabricante del misil, ya han mantenido conversaciones en torno al empleo del NSM en el submarino S-80, un misil antibuque pero también con la capacidad para atacar objetivos terrestres.
Si la integración finalmente sigue su curso, el submarino S-80 podría lanzar dos misiles antibuque: el NSM y el sub Harpoon. Este último forma parte del programa de desarrollo de los sumergibles desde hace dos años.