El Ejército de Tierra español ha puesto en marcha la licitación para la compra del nuevo vehículo militar todoterreno táctico (VMTT) que sustituirá al polémico y obsoleto Aníbal Santana y también a los Nissan más antiguos en servicio. El Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) acaba de abrir un concurso para la adquisición de hasta 4.500 vehículos durante los próximos cuatro años -con opción a una prórroga de otros dos- por valor de 315 millones.
En abril, el Ejército publicó los pliegos con los requisitos del nuevo vehículo y, ya en junio, el Gobierno dio luz verde en el Consejo de Ministros a la financiación. Tras la autorización del Ejecutivo, el MALE ahora lanza el anuncio de licitación con el que se abre oficialmente el plazo para presentar las ofertas.
La licitación tiene un presupuesto base de 217,6 millones con impuestos, si bien el valor estimado es de 315,7 millones. Esta cifra incluye el presupuesto base sin IVA (179,9 millones), la prórroga (100,8 millones también sin impuestos) y una partida de 35 millones para modificaciones. Los pliegos, consultados por Infodefensa.com, fija en 70.000 euros sin IVA el precio por unidad del nuevo vehículo. Se trata de un precio máximo ponderado (hay versiones de 51.000 euros y otras de hasta 75.000 euros).
El MALE tendrá en cuenta tres criterios para la adjudicación: el coste de obtención (hasta 40 puntos), característica del sistema (30 puntos) y apoyo logístico-garantía (30 puntos). Las empresas interesadas tienen hasta el próximo 1 de septiembre para obtener los pliegos y ese mismo día finaliza el plazo para presentar las solicitudes de participación en el proceso.
Modelo comercial con adaptaciones
Los nuevos VMTT llegarán al Ejército de Tierra, y también al Ejército del Aire y del Espacio, la Armada y la Guardia Civil. El Ministerio de Defensa apuntaba en junio que los vehículos serán utilizados en cometidos tácticos alejados “de actividades inherentes al combate” para “la vida y funcionamiento en territorio nacional, así como para la preparación de los contingentes a proyectar a misiones en el extranjero”.
Los pliegos dan más detalles sobre lo que busca el Ejército de Tierra. El objetivo es adquirir “una plataforma base, una gama de vehículos, que permitan obtener sinergias, consiguiendo así facilitar la logística y reducir los costes logísticos del material. Es por ello que es imprescindible que la comunalidad entre las diferentes versiones y variantes sea máxima, admitiéndose solamente aquellas variaciones que, debido a su distinto diseño, capacidades, dimensiones, etc., no puedan ser resueltas mediante elementos comunes”.
Todo apunta a que el modelo elegido será un vehículo comercial pero adaptado a las necesidades militares. El Ejército de Tierra cuenta con todoterrenos de este tipo en la Policía Militar de la marca Toyota y recientemente ha adquirido un lote de 60 vehículos todoterreno pick up de Ssangyong para las unidades de los campos de maniobras principalmente.
¿Qué quieren las FFAA?
Lo que se busca es un vehículo militar todoterreno polivalente pick up, con un sistema propulsor 4x4, con reductora y capaz de desarrollar “una adecuada movilidad en todo terreno y carretera en todo ambiente”. Tendrá una capacidad de carga útil de al menos 900 kg con una masa máxima autorizada (MMA) de hasta 3.500 kg. Las plazas de asiento y la zona de carga no estarán situadas en un compartimento único y la altura total no será superior a dos metros, podrá conducirse con el carnet B y arrastrar un remolque de al menos 3.000 kg de MMA.
Según el pliego publicado en abril, las características técnicas el vehículo parten de una reducida firma acústica, visual, radar y sísmica y sistema ABS. Tierra no requiere blindaje permanente, aunque pide como opcionales kits de blindaje dentro de las posibilidades técnicas del vehículo (protección para munición de 5.56 mm y explosiones de minas y granadas de al menos Nivel I). El VMTT podrá también incorporar cabrestante, ganchos de remolque e izado, soportes para petacas, etc.
El combustible será de tipo diésel y dispondrá de motor de combustión interna de ciclo diésel, no obstante, podrá funcionar con combustible F-34 (JP-8). La cabina dispondrá de protección antivuelco, aire acondicionado, calefacción, cinturones de seguridad homologados y airbags delanteros para conductor y ocupante. Tendrá una capacidad de carga útil de al menos 900 kg con una masa máxima autorizada (MMA) de hasta 3.500 kg. Las plazas de asiento y la zona de carga no estarán situadas en un compartimento único y la altura total no será superior a dos metros, podrá conducirse con el carnet B y arrastrar un remolque de al menos 3.000 kg de MMA.
Según los pliegos, contempla la compra de dos modelos de VMTT, uno con cabina doble (capacidad para cuatro personas) y otro con cabina simple (para dos personas). Ambos dispondrán a su vez de cinco versiones: autobastidor, caja abierta, caja cerrada de techo rígido, caja cerrada con arquillos y lona, y caja taller/multiuso. El precio máximo fijado por unidad va de los 51.000 euros (sin impuestos) de la versión autobastidor de cabina simple hasta los 75.000 euros (sin impuestos) de la variante caja taller/multiuso. El contrato también incluye apoyo logístico integrado y documentación técnica.
El VMTT podrá atravesar una corriente de agua de profundidad no inferior a 650 mm (sin medios auxiliares de ventilación y escape) y superar obstáculos verticales de 20 cm de altura (deseable/valorable 30 cm) y zanjas cuyo ancho no superen los 40 cm (deseable/valorable 60 cm). Además, por gestión logística, señala el Ejército, "es deseable/valorable que monten el mismo neumático que el Santana Aníbal”. El depósito de combustible tendrá una capacidad mínima de 70 litros que además permitirá obtener una autonomía mínima de 500 km a una velocidad sensiblemente constante de 100 km/h en llano. El vehículo estará preparado para su transporte en Chinook –como carga externa-, en la bodega del A400M, buques anfibios, en ferrocarril y por carretera con camiones con remolque.