La ministra de Defensa, Margarita Robles, impuso el pasado 6 de julio la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco a la hermana de las Franciscanas Misioneras de María Inmaculada Cristina Fernández Hoyos, por su labor en la atención sanitaria y formación a niñas y mujeres en Mali. La congregación se instaló en la capital del país africano, Bamako, en 1998, fundando el Centro Vicente María para alojar y formar niñas y mujeres de entre 12 y 25 años.
El centro, financiado sobre todo por Manos Unidas, ofrece formación a las jóvenes que huyen de matrimonios forzados, de la violencia, o para no ser una carga para sus familias, y la mayoría son analfabetas. Las hermanas las forman para insertarlas en la escuela o en la formación profesional, en actividades como confección, pastelería o estética, entre otras.
Robles, tras imponerle la medalla, expresó su agradecimiento y cariño a una mujer que, al igual que las Fuerzas Armadas, “eres un ejemplo de coraje, de generosidad y entrega”. La ministra subrayó que “personas como vosotras, tú y tus hermanas de congregación, tenéis la capacidad de transformar el mundo”, destacando que la misionera lo hace además “con una sonrisa, una risa, que es el mejor arma que hay”.
La homenajeada, acompañana por familiares y amigos, agradeció la distinción y todo el apoyo recibido por la ministra de Defensa y todo su equipo, así como el de las tropas españolas destacadas en el país, resaltando que “el amor se debe poner más en las obras que en las palabras”.
La hermana de las Franciscanas Misioneras de María Inmaculada Cristina Fernández Hoyos durante su discurso de agradecimiento. Foto: Ministerio de Defensa
Doble labor
El comandante de la misión EUTM-Mali, general Santiago Ortiz-Repiso, señaló que, además de la labor humanitaria, “ejerce la medicina en el centro de salud de Kulikoro”. “Es un ejemplo de trabajo por y para la mujer”.
El contingente español en Mali colabora con proyectos cívico-militares con el centro de formación y las misioneras desde el principio de su despliegue en el país africano. La ministra viajó el pasado mes de marzo a Bamako y pudo comprobar en persona el trabajo que realiza Cristina y sus hermanas con un centenar de niñas y mujeres de la edad señalada, muchas de ellas con hijos.