Solo han sido cuatro semanas de formación en el carro Leopard 2A4, pero los 55 militares ucranianos se marchan de Zaragoza con la lección bien aprendida. Las jornadas en el campo de maniobras de San Gregorio han sido muy largas, algunos días han estado en el carro hasta bien entrada la medianoche. Este intenso entrenamiento sobre el terreno se ha completado con sesiones en los simuladores. El capitán Contreras, al frente del programa de instrucción elaborado por el Ejército de Tierra explica que no ha habido ni un solo día de descanso. “Han entrenado todos los días de ocho de la mañana a ocho de la tarde, 12 horas, excepto el sábado que tenían la tarde libre”. No obstante, en ocasiones se han hecho “las doce o la una de la noche” en el campo.
La formación ha sido impartida por militares de la Comandancia General de Melilla, en concreto, del Regimiento de Caballería Alcántara 10. Aproximadamente unos 30 militares de esta unidad, que opera los carros Leopard 2A4, se han desplazado hasta Zaragoza para formar a los ucranianos. Este regimiento es uno de los dos que todavía tiene en servicio este modelo, el otro es el Regimiento de Caballería Montesa 3 de Ceuta.
El curso comenzó en los simuladores, aunque antes los ucranianos asistieron a unas clases teóricas exprés a modo de introducción al carro. El Ejército de Tierra tiene en San Gregorio tres simuladores de conducción (estáticos y dinámicos) y cuatro simuladores de torre preparados para usar el software de los Leopard 2A4 o de los Leopardo 2E, el carro de referencia en España. Los primeros permiten que el conductor conozca el vehículo y los casos de uso, mientras que en los segundos se adiestran en procedimientos, como la carga de munición, los otros tres integrantes de la tripulación, el jefe del vehículo, el cargador y el tirador.
Al principio cada miembro de la tripulación recibió una instrucción específica de su puesto táctico, para después pasar a actuar en equipo. La experiencia previa en combate de los 55 ucranianos ha facilitado mucho las cosas. Todos sabían además lo que era manejar en carro, en concreto, modelos como el T-62 o el T-64, y, como remarca el capitán Contreras, “todos han participado directamente en el conflicto”. “Aunque los carros de combate son distintos, hay muchos sistemas que coinciden, lo que ha facilitado mucho las cosas. Esto unido a la motivación y las ganas de aprender hace que en un mes los veamos muy bien preparados para unirse de nuevo al combate”, señala el jefe del programa de instrucción.
“El que era conductor en Ucrania es conductor aquí y lo mismo con el resto”, destaca el instructor español. El Ejército de Tierra también ha facilitado un carro escuela, una versión, con una cabina modificada, que sirve para que el conductor aprenda a conducir. En total, el Ejército español ha formado a diez tripulaciones (40 carristas).
Diez carros Leopard 2A4 cedidos
El personal ucraniano ha tenido a su disposición diez carros Leopard 2A4, seis procedentes de la Unidad Enemiga de San Gregorio y otros cuatro de la Academia de Toledo. Estos carros no son los que acabarán en Ucrania. El lote que será enviado se encuentra en las instalaciones de Santa Bárbara Sistemas en Sevilla donde se están poniendo a punto.
La Unidad Enemiga ha tenido, detalla el jefe del programa, “un papel fundamental”, puesto que no solo ha cedido Leopard 2A4, también ha desplegado otros medios para simular posiciones enemigas y dar mayor realismo a los ejercicios.
Con esos diez carros, han efectuado disparos con munición real de ejercicio en el campo de maniobras y ya en la fase final han llevado a cabo ejercicios tácticos a nivel sección. Es importante señalar que la sección ucraniana está formada por cinco carros, mientras que la española tiene cuatro carros.
Los 15 especialistas mecánicos, por su parte, regresan a Ucrania preparados para efectuar un mantenimiento de hasta segundo escalón en tres áreas: mecánica, armamento y electrónica. Este tipo de reparaciones en tiempo de paz se hacen en el taller, pero que, en este caso, serán en la retaguardia del frente. “El programa se ha cumplido, todos los pasos se han dado, no ha habido dificultades en la instrucción”, subraya el capitán. Tras una escala en Polonia, los 55 militares ucranianos regresarán a su país, listos para manejar los carros que comenzarán a llegar a partir de abril.