El casco del NAe São Paulo, el exportaaviones y buque insignia de Brasil, que la Marina dio de baja en 2017 y vendió por 1,9 millones de dólares al astillero turco Sok Denizcilikve Tic, retornó a aguas territoriales brasileñas ante la imposibilidad de ingresar al mar Mediterráneo, con destino final Turquía, para su desmantelamiento.
El que hasta la fecha es el mayor buque jamás operado por Brasil partió el pasado 4 de agosto desde el Arsenal de la Marina de Río de Janeiro remolcado por el buque Alp Centre, de bandera neerlandesa, pero al momentos de llegar a aguas de Marruecos, por razones legales, se le prohibió entrar en el mar Mediterráneo para la última etapa de su viaje.
La situación del portaaviones empeoró cuando, entre su salida de Río y la parada forzosa en Marruecos, el organismo turco de preservación del medio ambiente emitió una prohibición su entrada al país, que se sumó a la decisión del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables de devolver el barco a Brasil.
Antes de emprender el viaje, el buque generó polémica en Turquía por el riesgo sanitario que supondría o por el temor de países vecinos, como Grecia, a que el antiguo portaaviones brasileño acabará siendo utilizado con fines militares por el Gobierno turco.
Para la Marina brasileña la venta del casco del antiguo portaaviones fue un gran alivio y ahora el astillero turco, propietario legal de la embarcación, se encuentra en una situación muy complicada. Nadie sabe qué sucederá con el antiguo buque insignia de Brasil.
El portaaviones
El São Paulo fue adquirido a la Marina Nacional francesa en 2000, cuando llevaba el nombre de Foch y tenía 43 años, con casi cuarenta de servicio activo. El buque tuvo una corta vida operativa en la Marina brasileña, donde sufrió una serie de averías y experimentó un grave accidente con pérdida de vidas.
Inicialmente, la Marina tenía previsto modernizar y renovar el portaaviones, con el objetivo de mantener su capacidad para emplear el caza embarcado A-4KU Skyhawk, del que Embraer modernizó seis unidades.
Al igual que el São Paulo, el A-4KU llegó a Brasil después de más de treinta años de uso. Estos cazas de ataque, supervivientes de la Fuerza Aérea de Kuwait, lucharon en la Primera Guerra del Golfo, en 1991, cuando ya se consideraban obsoletos. Los problemas del portaaviones y las limitaciones del A-4KU fueron determinantes para que Brasil revisará sus prioridades y optara por el desmantelamiento definitivo del São Paulo.
Actualmente, Brasil cuenta con un buque de asalto anfibio portaaeronaves, el NAM Atlantic, que permite a la Marina mantener su capacidad de uso de medios aéreos. El anteriormente HMS Ocean tenía 20 años cuando fue vendido a Brasil por la Marina Real Británica, tras ser sometido a un amplio programa de modernización años antes.