El interés renovado por el F-35 JSF por parte de España, que ha trascendido este verano, llega en un contexto concreto, la guerra en Ucrania, que ha marcado un punto de inflexión en las inversiones de defensa, principalmente en Europa. Los notables incrementos en los gastos de defensa anunciados desde el 24 de febrero, cuando Rusia comenzó la invasión del país europeo, han ido acompañados desde entonces en algunos países claves de importantes revelaciones relacionadas con la adquisición del avión de combate de quinta generación de la estadounidense Lockheed Martin.
Alemania ya ha iniciado el proceso de compra de 35 cazas F-35, tras haber dejado atrás un largo periodo en el que el país que lidera la economía europea ni tan siquiera quería oír hablar de la posibilidad de adquirirlo. El Gobierno suizo acaba de rechazar que vaya a someter la compra prevista de 36 aparatos de este modelo a referéndum, como sí hizo hace unos años con el modelo Gripen seleccionado entonces, para no dilatar más la modernización de su flota. Chequia también acaba de autorizar oficialmente a su Ministerio de Defensa negociar la compra de 24 unidades del caza. Grecia, que ya tenía previsto hacerse con este modelo, ha revelado ahora la solicitud de 20 unidades, con la posibilidad de adquirir un escuadrón adicional. Y Países Bajos ha decidido incrementar su pedido de JSF con media docena de aparatos más, con lo que llegará a tener una flota de 52 aparatos.
Más allá del viejo continente, destaca el movimiento de Canadá, que ha pasado a negociar con Lockheed Martin la compra de 88 unidades del caza de quinta generación, que hasta hace unos meses rechazaba adquirir, pese a que es uno de los socios del programa (los otros son, además de Estados Unidos, como líder absoluto, Reino Unido, Italia, Australia, Dinamarca, Países Bajos y Noruega, después de que Turquía quedase fuera en 2019)
El periódico del Departamento de Defensa de Estados Unidos Barras y Estrellas recoge estos días el renovado interés por el avión de combate de Lockheed Martin en una extensa pieza, titulada con un expresivo La guerra en Ucrania tiene a los países haciendo cola para comprar aviones de combate F-35 fabricados en EEUU, y que fue originalmente publicada por The Dallas Morning News. En él se recogen las impresiones del vicepresidente de desarrollo comercial de avión de combate en Lockheed Martin, J. R. MacDonald, en las que relaciona el “gran interés en todo el mundo” que existe en la actualidad con la invasión rusa. “Obviamente, la situación en Ucrania hace que todos reconsideren su protección y la seguridad de su propio país”, ha concretado.
837 unidades entregadas
Curiosamente, el aumento de la demanda internacional del avión coincide con una reducción de los pedidos estadounidenses, al menos temporal, para hacer frente a distintos desafíos relacionados con actualizaciones, sobrecostes y restricciones presupuestarias. EEUU conforma, en cualquier caso, el grueso del programa F-35, del que se estima que acabará adquiriendo en torno a 2500 aviones en total. Por ahora, de los 837 F-35 que ya han sido entregados, dos tercios han ido destinados a las fuerzas estadounidenses.
El F-35 es el programa de sistema de armas más caro de la historia. La revisión que la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) realizó a principios de este año le estima un coste total de más de 1,7 billones de dólares, incluidos, además de los costes de producción, relativos a operar los aviones y los previstos para su mantenimiento.
Caro y único
El notable esfuerzo de modernización, el conocido como Bloque 4, que enfrentan los nuevos aviones es lo que está generando un aumento de costes y retrasos en el cronograma, según la GAO. Y como derivada ha contribuido a que el Departamento de Defensa norteamericano haya optado por reducir su número de pedidos para el actual ciclo presupuestario, aunque con el objetivo de recuperar el ritmo más adelante. Según ha apuntado de McDonald, la Fuerza Aérea estima que precisa recibir 72 nuevos cazas F-35 al año únicamente para mantener la edad promedio de la flota.
Alejado de ‘Top Gun’
El vicepresidente de desarrollo comercial del avión en Lockheed Martin también se refiere a la “mala reputación por ser costoso de mantener” del avión, del que justifica que es “caro porque es de quinta generación, sigiloso y todo lo demás” que lo convierten en un aparato tan avanzado.
El avión de Lockheed Martin es el único caza polivalente realmente de quinta generación disponible para Estados Unidos y sus aliados en la actualidad, lo que, según el artículo replicado por Barras y Estrellas convierten al F-35 en un sistema de armas codiciado por distintos países, junto a sus sensores avanzados, que brindan un conocimiento superior y le permiten funcionar como un centro de información crítico que envía datos a cualquier fuerza aliada en la lucha. La pieza recuerda que las batallas de combate aéreo modernas se asemejan más a una guerra cibernética en el cielo que los duelos acrobáticos que aparecen en películas como Top Gun.
“Con sus sensores y tecnología de comunicaciones de vanguardia, el F-35 está diseñado para realizar tareas clave: detectar actividad enemiga, transmitir información y hacer estallar cosas” apunta Joseph Morton, autor del artículo original del periódico The Dallas Morning News.