El mecanismo que la UE ha creado para impulsar la innovación de defensa pisa militarmente fuerte en su primera convocatoria. La parte del león, de los 1.200 millones de euros que la edición 2021 del Fondo Europeo de Defensa (FED) ha concedido a 61 proyectos en total, se la llevan iniciativas centradas directamente en sistemas de combate. De las quince categorías en las que la Comisión Europea ha dividido estos proyectos, en los que hay implicadas 700 empresas de 26 países de la UE y Noruega, solo cuatro agrupan más del 45% de toda la financiación prevista, y todos ellos se refieren a equipos de combate.
La información facilitada por la UE en la que se anuncia el resultado de esta convocatoria recoge textualmente que en las propuestas seleccionadas se “incluyen proyectos de capacidad de defensa de alto nivel, como la próxima generación de aviones de combate, carros de combate y buques”.
En concreto, 189,9 millones de euros de la primera edición de la FED se destinan a iniciativas de combate aéreo; 154,7 millones a otras de combate terrestres, otros 103,5 millones a combate naval y 100 millones más a sistemas de defensa aérea y de misiles. En total suman 548,1 millones.
Las otras once categorías contempladas son, por orden de mayor a menor dinero dedicado, energía y medio ambiente (82,8 millones), superioridad de la información (70 millones); transformación digital (68,5 millones); un grupo de convocatorias no temáticas de innovación y soluciones de defensa orientadas al futuro (66,7 millones); tecnologías disruptivas (64,5 millones); respuesta médica y química, biológica, radiológica y nuclear (57,8 millones); espacio (49,4 millones); fuerza de protección y movilidad (49,1 millones); sensores (38 millones), ciberdefensa (37,9 millones), y materiales y componentes (34,6 millones).
En el apartado de combate aéreo se incluyen iniciativas como el EPIIC, dotada de 75 millones (el presupuesto total se acerca a los 78 millones), para desarrollar tecnologías de guerra aérea y combate colaborativo que se integrarán en las cabinas de los futuros aviones de combate. Otro ejemplo es el proyecto EICACS, centrado en la interoperabilidad, también dentro del combate aéreo colaborativo, en el que se implicará en este caso a los futuros sistemas aéreos de combate, incluidas futuras plataformas tripuladas, no tripuladas y previamente existentes. En este caso se le va a dotar con algo más de 74,8 millones de euros de fondos europeos, para un coste total estimado por encima de los 82,5 millones.
Futuros blindados y corbetas
Entre los proyectos de combate terrestre se encuentra el Famous 2, dotado con casi 95 millones de la UE (para un proyecto de casi 122,5 millones en total, y que persigue el desarrollo de plataformas blindadas de próxima generación y la actualización de otras existentes, como un futuro vehículo todoterreno (AVT), un blindado ligero (LAV) y un carro de combate principal (MBT).
En el ámbito naval, se contempla, entre otros, un desembolso de 60 millones (el proyecto total se calcula en casi 66 millones) para la futura corbeta de patrulla europea (EPC), en el que está implicada la compañía española Navantia, junto a otras de Italia, Grecia, Dinamarca, Francia y Noruega.