Efectivos de la II División Motorizada del Ejército de Chile fueron desplegados desde el centro del país a Putre para efectuar labores de observación fronteriza en la localidad de Caquena como en otros puntos geográficos del Altiplano de la Región de Arica y Parinacota.
Patrulla del Regimiento N° 9 Chillán en Caquena. Imagen: Ejército de Chile
El personal del Regimiento N° 9 Chillán colabora en la prevención, detección y control del narcotráfico, del crimen organizado transnacional y la trata ilegal de migrantes en el marco de la operación Jarkaña (Detener, en lengua aymara).
Esta operación militar distinta a la guerra comenzó a ser implementada en el año 2015 para generar presencia militar y territorial y entregar asistencia y seguridad a los habitantes que viven en áreas remotas del Altiplano de Chile límitrofes con Perú y Bolivia.
Las unidades adelantadas realizan tareas de vigilancia, reconocimiento e instrucción y entrenamiento apoyando con sus capacidades a Carabineros y la Policía de Investigaciones de Chile a resguardar la frontera norte del país.
Operación en un entorno extremo
El personal del Regimiento N° 9 Chillán arribó a comienzos de junio a la comuna de Putre y permanecerá en esa zona por un mes. Los efectivos efectuaron un período de instrucción y entrenamiento dictado por el Pelotón de Exploración de la Brigada Motorizada N° 24 Huamachuco con el propósito de optimizar el empleo de capacidades.
El entrenamiento permitió al personal aclimatarse para patrullar a 4.500 metros sobre el nivel del mar. Foto: Ejército de Chile
La preparación contempló normativa legal, descripción del área de responsabilidad, planificación, tiro de fusil IWI Galil ACE 22 NC de 5,56 x 45 mm y pistola, empleo de instrumentos optrónicos, técnicas de marcha, habilitación de capacidad física para el terreno y primeros auxilios, entre otros.
Según la institución, uno de los mayores retos para los efectivos del Regimiento N° 9 Chillán es operar de manera diurna y nocturna a 4.500 metros sobre el nivel del mar, en medio de las duras condiciones ambientales del altiplano, con menos oxígeno y temperaturas que en otoño e invierno bajan de los cero grados.
Teniente Germán Segura. Imagen: Ejército de Chile
El teniente Germán Segura indicó en un video publicado en la cuenta de Facebook del Comando de Operaciones Terrestres (COT) que "al venir desplegado de otra ciudad, es súper complicado poder aquilatar y poder desempeñarse de una correcta forma dado que la altura hace que nuestro cuerpo actúe de una forma distinta".
"Mi misión es mantener una presencia efectiva en el límite político internacional mediante reconocimientos diurnos y nocturnos. Tenemos que enfrentar varios factores como son la temperatura, los vientos. Hemos trabajado a -10°C", destacó el oficial del Regimiento N° 9 Chillán.