Un nuevo jarro de agua fría se ha vertido sobre el programa de helicópteros europeos NH90. Noruega ha rescindido el contrato de 14 helicópteros de este modelo que encargó hace veinte años y de los que solo había recibido ocho unidades, pese a que el cronograma previsto de entregas debía haberse cumplido hace 13 años. Las autoridades del país alegan para justificar la decisión retrasos y escasa disponibilidad, por la lentitud del mantenimiento y distintos problemas. El ministro de Defensa del país, Bjørn Arild Gram, se ha mostrado contundente al asegurar que en su departamento “hemos llegado a la conclusión de que, por muchas horas que trabajen nuestros técnicos y por muchas piezas que pidamos, nunca se conseguirá que el NH90 sea capaz de cumplir los requisitos de las Fuerzas Armadas noruegas”.
No es el primer cliente que opta por prescindir antes de tiempo de este modelo de helicóptero de NH Industries (empresa conjunta formada Airbus Helicopters, propietaria del 62,5% de la empresa; la italiana Leonardo, con el 32% de participación, y la neerlandesa Stork Fokker, en cuyas manos está el 5,5% restante). Australia es el caso más sonado, tras optar por deshacerse de su flota de 47 MRH90 Taipan, versión local del NH90 por no haber ofrecido la disponibilidad esperada, pese a que estaba previsto que continuasen operando hasta 2037. Bélgica también anunció a principios de año su intención de inyectar 3.000 millones de euros a su plan estratégico de nuevo material, lanzado en 2016, con la pretensión principal de comprar nuevos helicópteros con los que, en buena medida, reemplazar su flota de cuatro NH90 TTH (versión terrestre del aparato). Hace dos años el Ministerio de Defensa belga reconoció que ya estaba estudiando qué hacer con sus NH90 TTH en vista de “una producción operativa limitada a causa de una falta de soporte industrial, que probablemente disminuirá en los próximos años, debido a las actualizaciones muy costosas pero necesarias y a la escasez de personal”, de acuerdo con el comunicado que sobre la situación emitió hace dos años el Ministerio de Defensa belga.
Cinco veces menos disponibilidad de la necesaria
En el caso de Noruega, sus Fuerzas Armadas apuntan que “la flota debe realizar actualmente 3.900 horas de vuelo al año, pero en los últimos años sólo ha realizado una media de 700 horas”, cinco veces menos. De ahí que el pasado febrero el ministerio solicitó una revisión exhaustiva de los helicópteros empleados en tareas marítimas, que son para lo que se han destinado los NH90. La conclusión más destacada del trabajo es que incluso inyectando grandes cantidades de dinero al proyecto, no sería posible llegar a un nivel de rendimiento y disponibilidad de estas aeronaves suficiente para alcanzar los requisitos marcados.
Tras comunicar su decisión al fabricante, NH Industries se ha mostrado “extremadamente decepcionado por la decisión tomada por el Ministerio de Defensa noruego y rechazas las acusaciones vertidas” tanto contra la compañía como contra el modelo de helicóptero. Además considera “legalmente infundada” esta rescisión del contrato, sobre la que se lamenta que ni tan siquiera se le ha dado la posibilidad de discutir.
“Debido a la rescisión del contrato, se suspenderán las operaciones de vuelo de los NH90 y se cancelarán todas las misiones futuras previstas”, ha apuntado el departamento de Defensa del país en un comunicado. “El personal de las Fuerzas Armadas afectado por la terminación recibirá seguimiento inmediato a través de sus respectivas unidades”, añade el texto.
En la actualidad ya se han entregado más de 440 helicópteros NH90 a 14 países.