El C-130 Hercules ha sido sinónimo de avión de transporte táctico militar por excelencia durante más de 60 años. Es la aeronave que ha permanecido en producción continua por más tiempo en la historia de la industria aeronáutica en diferentes configuraciones y sigue mejorando sus prestaciones a través de actualizaciones permanentes.
C-130 Hercules desplegando carga en el ejercicio internacional Cooperación VII. Foto: FACh
Diseñado por Lockheed Martin específicamente para transportar tropas y equipos en la zona de combate a través de lanzamientos aéreos o aterrizajes en pistas cortas, se han construido más de 2.500 unidades que han prestado servicio en más de 70 operadores militares, incluyendo a 11 países latinoamericanos, durante más de cincuenta años.
La flota de C-130 Hercules ha demostrado su capacidad para volar en cualquier lugar y en cualquier momento soportando las condiciones climáticas adversas y la compleja geografía existente de Latinoamérica.
Su fabricante espera repetir el éxito del C-130 Hercules en la región con el C-130J Super Hercules. Este avión posee tecnología de punta que reduce los requisitos de mantenimiento, costes operativos y de soporte, brindando ahorro en el ciclo de vida del material de vuelo en comparación con los modelos C-130 anteriores.
El nacimiento de una leyenda
La historia del Hercules se remonta a un requerimiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) emitido en el año 1951 por un nuevo avión transporte de nivel táctico con la capacidad de despegar y aterrizar en pistas irregulares y sin preparación en poco tiempo. La institución necesitaba un avión de nueva generación ya que la operación de los Douglas C-47 Skytrain, Curtis C-46 Commando y Fairchild C-119 Flying Boxcar durante la Guerra de Corea había demostrado que eran inadecuados para la guerra moderna.
Vuelo del prototipo YC-130 en agosto de 1954. Foto: Lockheed Martin
El requerimiento contemplaba una aeronave con capacidad para 92 pasajeros, 72 soldados equipados para el combate o 64 paracaidistas; capacidad de volar a 125 nudos o menos para el lanzamiento de paracaidistas o carga; una rampa en la parte trasera del fuselaje para la carga y descarga de equipo y el lanzamiento de carga pesada en vuelo; dos puertas laterales para el lanzamiento de paracaidistas; entre otros requisitos.
Al concurso se invitó a las empresas Boeing, Douglas, Fairchild, Lockheed, Martin, Chase Aircraft, North American, Northrop y Airlifts Inc. La USAF eligió finalmente el modelo 82 de Lockheed. El vuelo del primer protototipo YC-130 se efectó el 23 de agosto de 1954 y la entrega del primer ejemplar de producción del C-130A se realizó el 10 de marzo de 1955 en Marietta, Georgia.
Brasil fue el primer país de Sudamérica en operar el Hercules en la versión E. Foto: FAB
La USAF ordenó 219 C-130A equipados con cuatro motores Allison T56-A-11 o 9 y entraron en servicio en diciembre de 1956. El primero de 134 C-130B comenzó a operar en mayo de 1959 e introdujo una nueva nariz, motores Allison T-56-A-7 y hélices con cuatro palas. El C-130E se incorporó en agosto de 1962 y las 491 unidades recibieron dos tanques de combustible externos de 1.290 galones y una mayor capacidad de peso de despegue.
En junio de 1974 se presentó el primero de 1.087 aviones C-130H con el nuevo motor turbohélice Allison T56-A-15. Casi idéntico al C-130E externamente, el nuevo motor trajo importantes mejoras de rendimiento a la aeronave. Por su parte el C-130J, el último modelo de Hercules, se introdujo en agosto de 1996 e incorpora una hélice compuesta de seis palas acoplada a un motor turbohélice Rolls-Royce AE2100D3.
Características del Hercules
El C-130 Hercules es un avión de transporte táctico militar de ala alta con rampa trasera integral y bodega totalmente presurizada que puede ser adaptada con rapidez para pasajeros, camillas o transporte de tropas y con capacidad para despegues y aterrizajes en pistas no preparadas. Su tripulación está integrada por dos pilotos, un navegante, un ingeniero de vuelo y un jefe de carga.
C-130H equipado con el sistema modular de extinción de incendios MAffs. Foto: Fuerza Aérea de Colombia
El diseño flexible del Hercules permite configurarlo para muchas misiones diferentes, lo que permite que un avión desempeñe el papel de muchos. Gran parte del equipo de misión especial agregado es removible, lo que permite que la aeronave regrese a su función de entrega de carga si se desea. La variante KC-130, por su parte, permite el reabastecimiento en vuelo extendiendo el alcance de otros aviones.
Este material de vuelo también se puede reconfigurar rápidamente para diversos tipos de carga, como equipo paletizado, material cargado en el piso, plataformas de lanzamiento desde el aire, paquetes de sistemas de entrega de contenedores, despliegue de vehículos y personal o aeroevacuación aeromédica.
KC-130 de la Fuerza Aérea de Brasil reabasteciendo de combustible a aviones de combate F-5 Tigre II. Foto: FAB
El C-130H, el modelo con mayor número de unidades de Hercules en servicio actualmente en las Fuerzas Aéreas de América Latina, tiene una longitud de 29,3 m, una altura de 11,9 m y una envergadura de 39,7 m. Su compartimiento de carga posee 12,5 m de largo, un ancho de 3,1 m, y una altura de 2,74 m. Dispone de cuatro motores turbohélice Allison T56-A-15 con 4.591 caballos de fuerza y alcanza una velocidad de 366 mph/318 nudos a 20.000 pies de altura.
Esta versión logra un techo de 7.077 m con 19.090 kgs de carga útil, un peso máximo de despegue de 69.750 kgs, una carga útil máxima de 19.090 kgs, una carga útil normal de 16.590 kgs y un alcance con la carga útil normal máxima de 1.050 millas náuticas, La carga máxima es de seis pallets, 72 literas, 16 bultos CDS, 90 tropas, 64 paracaidistas o una combinación de cualquiera de estos hasta la capacidad del compartimiento de carga o peso máximo permitido.
El Hercules en Norte, Centro y Sudamérica
La Fuerza Aérea Mexicana (FAM) ha contado a lo largo de su historia con una flota de 17 Hercules. La institución recibió en 1987 los primeros diez C-130A adquiridos de segunda mano a Estados Unidos. Una undécima unidad de la versión L-100-30 y que prestó servicios en Petróleos Mexicanos (Pemex) fue incorporada a finales de la década de 1990. Debido a la antigüedad de los C-130A, fueron reemplazadas a comienzos de la década del 2000 por dos C-130E de procedencia israelí y cuatro C-130K C1 y C3 de la Real Fuerza Aérea (RAF).
C-130 MK-III Hercules de la Fuerza Aérea Mexicana. Foto: Sedena
La Fuerza Aérea de Brasil (FAB) ha sido el mayor operador de aviones Hercules en Latinoamérica. La primera unidad del modelo C-130E fue recibida en 1964. La institución ha operado en estos casi 60 años una flota de ocho C-130E, tres SC-130-E, 16 C-130H (10 comprados de segunda mano a Lockheed en 2001 y de procedencia italiana) y dos KC-130H. La FAB inicíó el reemplazo de este material de vuelo con el avión KC-390 de Embraer con un total de 22 unidades.
La Fuerza Aérea de Colombia (FAC) adquirió en 1968 tres C-130B de segunda mano a la Real Fuerza Aérea de Canadá. Posteriormente arribaron dos C-130H en 1984 y ocho C-130B de origen estadounidense. La FAC recibió, entre el 2020 y el 2021, tres C-130H Hercules adquiridos a través de la modalidad de Artículos Excedentes de Defensa (EDA) a Estados Unidos. Estas unidades poseen dispensadores de bengalas y sistemas chaff.
Uno de los KC-130H vendidos por España a Perú. Foto: Ejército del Aire y del Espacio Español
La Fuerza Aérea de Perú (FAP) incorporó dos L-100-20, variante civil del Hercules. a finales del año 1970. Posteriormente recibiría un L-100-20 en abril de 1972, tres L-100-20 entre diciembre de 1976 y marzo de 1977, y dos unidades en marzo de 1981. Esta flota fue reforzada con dos C-130D en 1986. y cinco C-130A en 1988 adquiridos vía FMS de Estados Unidos. Los modelos C-130D y C-130A fueron retirados tempranamente por su poca vida útil. Perú compró a España en 2021 dos KC-130H Hercules y repuestos por 25 millones de euros.
Otros usuarios del Hercules en esta región son Bolivia quien mantiene una cantidad no precisada de aviones L-100-30 y C-130 Hercules tanto en su Fuerza Aérea como en Transportes Aéreos Bolivianos (TAB), la Fuerza Aérea de Ecuador que dispone de un L-100-30 y la Aviación Militar de Venezuela que recibió ocho C-130 Hercules entre 1970 y 1988, dos de los cuales dos se perdieron en accidente. En Centroamérica, por su parte, la Fuerza Aérea de Honduras operó hace algunos años aviones C-130A Hercules (L-182).
Cono Sur
Los primeros tres aviones C-130E de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) arribaron al país trasandino en diciembre de 1968. Posteriormente la institución incorporaría cinco C-130H, entre 1971 y 1975; dos KC-130H cisternas, en 1979; un L-100-30, en 1982; y cinco C-130B de procedencia estadounidense entre 1992 y 1993. En la actualidad siguen en servicio tres C-130H, dos KC-130H y el L-100-30 Hercules.
KC-130R operando en la Base Aérea Antártica Presidente Eduardo Frei Montalva. Foto: FACh
Por su parte, la Fuerza Aérea de Chile (FACh) adquirió dos C-130H en 1972. La institución incorporaría cuatro C-130B de segunda mano estadounidenses entre 1991 y 1995. Tres de los C-130B fueron retirados a mediados de la década de 2000 y la cuarta unidad en 2020. La FACh recibió a partir del 2015 cuatro tanqueros KC-130R que prestaron servicios en el U.S. Marine Corps y dos C-130H que pertenecían a la Montana Air National Guard de la USAF.
Asimismo, la Fuerza Aérea de Uruguay recibió, a inicios de la década de 1990, tres aviones C-130B Hercules de segunda mano de Estados Unidos. Dos de estas unidades fueron puestas en servicio y la tercera quedó como fuente de repuestos. El Gobierno de Uruguay adquirió en 2020 a España dos KC-130H que este país había retirado del servicio más un lote de repuestos por un importe total de 22 millones de euros y retiró el material de vuelo C-130B.
Renovación de sistemas
Argentina y Estados Unidos suscribieron en 2013 un acuerdo para ejecutar el Programa de Remoción de Obsolescencias, Modernización y Estandarización de cinco aviones C-130E/H y KC-130H de la FAA para extender su servicio al menos dos décadas. La empresa seleccionada fue L3 y el KC-130H matrícula TC-69 fue el primer avión que recibió este proceso en Waco, Texas.
El TC-70 fue actualizado en Fadea y entregado a la Fuerza Aérea Argentina en septiembre del 2017. Foto: FAA
La modernización permite mejorar el desempeño y prolongar su vida útil de la flota con nuevos equipos como aviónica digital Flight 2 y sistema de comunicaciones digital duplicado RT-8200 Talon de Collins Aerospace, radar de precisión APN-241 de Northrop Grumman, sistema ADS-B, iluminación compatible con gafas de visión nocturna, APU Honeywell, entre otros.
La Fábrica Argentina de Aeronaves Brigadier San Martín (Fadea) asumió la tarea de actualizar el resto de la flota. El C-130H TC-61 fue modernizado en 2016, el KC-130H TC-70 fue entregado en septiembre de 2017 y el C-130H TC-66 finalizó el proceso en mayo de 2020. La empresa espera entregar el C-130H TC-64 en julio de este año. Fadea recibió un contrato en diciembre del 2021 para modernizar el avión L-100-30 Hercules TC-100.
C-130H Hercules de la FACH con Cockpit 9000 de CMC Electronics. Foto: Enaer
La Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (Enaer) actualizó, a comienzos de la década del 2010, la cabina de los dos C-130H de la FACh reemplazando sus instrumentos analógicos con el Cockpit 9000 de CMC Electronics. Esta solución dispone de seis pantallas de amplio formato e incluye el sistema de navegación IntegriFlight con el sistema de ampliación de área GPS-WAAS.
Enaer implementó en 2020 el Engine Indicator Display System (EIDS) en dos KC-130R. La modificación consideró el diseño y el reemplazo de los instrumentos análogos de motor, sistemas utilitarios y de indicación de ajustes de superficies de vuelo, por un sistema digital de instrumentos de indicación de la firma lnnovative Solutions & Support.
La FAP efectuó la modernización de aviónica de dos L-100-20 Hercules. La institución seleccionó en 2015 a Astronautics Corporation of America y los trabajos se realizaron en el país andino. Los Hercules recibieron el Badger Integrated Flight System que consta de seis pantallas LCD de 6x8", sistema de gestión de vuelo, sistema de navegación, autopiloto y comunicaciones. El FAP-382 fue entregado en 2017 y el FAP-397 en febrero del 2022.
Mejoras en el rendimiento operativo
Collins Aerospace inició en junio de este año el proceso de instalación de su hélice de ocho palas NP2000 en la flota de aviones de apoyo al combate C-130H Hercules del Grupo de Aviación N° 10 de la FACh. Esta alternativa es una opción que puede ser adoptada también por las Fuerzas Aéreas de la región con las consiguientes ventajas económicas y técnicas.
Las hélices, que reemplazarán a las Hamilton-Sunstrand 54H60, poseen un sistema de control electrónico/digital (ECPS, por su sigla en inglés) que permiten mejorar el rendimiento operativo, a la vez que reduce el tiempo y el costo de mantenimiento de la aeronave.
C-130H Hercules con las hélices NP2000. Foto: Collins Aerospace
La NP2000 está fabricada en material compuesto y su control EPCS permite reducir la vibración y el ruido interior en la cabina en aproximadamente 15 dB. Además, aumenta en un 20% la aceleración a baja velocidad y acorta en casi 300 metros la distancia en el despegue.
Este producto genera un ahorro estimado de hasta un 50% en costos de mantenimiento operativo por hora de vuelo en comparación con el anterior sistema y reduce las horas de mantenimiento hasta un 50% debido a la mejora de la confiabilidad general del sistema y la capacidad de cambiar una pala individual en el ala sin quitar la totalidad de la hélice.
Estas mejoras de la NP2000, que también está en servicio en los aviones E-2C Hawkeye y C-2 Greyhound de la Armada de Estados Unidos, proporcionan a los usuarios del C-130H una mayor comodidad y seguridad a las tripulaciones de los Hercules, así como valiosos diagnósticos de fallas para los equipos de mantenimiento de aeronaves en tierra
C-130J: Una nueva opción del Hercules para Latinoamérica
Lockheed Martin espera comercializar en la región el C-130J Super Hercules, que es la última actualización completa de esta aeronave y que incluye nuevos motores turbohélice Rolls-Royce AE2100D3, una hélice compuesta de seis palas y una renovada cabina de vuelo digital, entre otras características.
Línea de producción del C-130 J Super Hercules en Marietta, Georgia. Foto: Lockheed Martin
Este modelo, cuya unidad número 500 fue entregada en marzo de este año, está en servicio con 26 operadores en 22 países, ha superado más de dos millones de horas de vuelo y cuenta con más de 54 récords mundiales. El C-130J Super Hercules dispone de 17 configuraciones que incluyen el transporte militar y comercial, búsqueda y rescate, guerra electrónica, reabastecimiento en vuelo, apoyo en caso de desastres naturales, entrega de ayuda humanitaria, entre otros.
Tiene un largo de 29,79 m, una altura de 11,84 m, una envergadura alar de 40,41 m, un peso máximo de despegue de 79.378 kg, una carga útil de 21.770 kg y requiere una distancia de aterrizaje de 945 m con un peso de 61.000 kg. Sus cuatro motores Rolls-Royce AE 2100D3 entregan 4.702 CV cada uno y logra una velocidad máxima de crucero de 660 km/hr.
C-130J despega de la planta de Marietta en ruta a la base aérea Dyess. Foto: Lockheed Martin
Cuenta con un alcance de 5.230 km y un techo de vuelo de 8.615 m con una carga de 19.090 kg. Su tripulación la integra dos pilotos y un jefe de carga. Puede transportar 92 pasajeros, 64 soldados equipados y 74 camillas. Comparado con su antecesor, la velocidad máxima es un 21% mayor, el tiempo de ascenso se reduce hasta en un 50%, la altitud es hasta un 40% mayor, el rango es hasta un 40% superior y brinda tasas promedios de operación en un rango entre 80 y 90%.
Lockheed Martin destaca su centro de atención al cliente 24/7; equipo de soporte de campo; catálogo completo de capacidades aeronáuticas para mejoras de posproduccion; actualización/reabastecimiento de componentes, logística y soluciones técnicas en todo el mundo; y análisis de datos para la optimización avanzada de operaciones predictivas de flotas.