La legislatura 2011-2015 está a punto de finalizar y, a un mes de las Elecciones Generales –convocadas para el 20 de diciembre-, es momento de hacer balance de los objetivos alcanzados y apuntar los deberes por hacer antes de que acabe el curso.
En materia de Defensa esta legislatura ha traído en sus postrimerías una leve recuperación del presupuesto, en caída libre desde 2008. Pocas veces un 0,4% había significado tanto. Ahora queda por comprobar si esta tendencia al alza va a continuar -con el reto último de llegar al 2% del PIB marcado por la OTAN- o la partida dedicada a gastos militares va a volver a estancarse o incluso a reducirse .
En el Foro Infodefensa organizado por IDS el pasado 27 de octubre, representantes de PP, PSOE, Ciudadanos y UPyD expresaron la necesidad de seguir incrementando el presupuesto de Defensa para garantizar la operatividad de la Fuerza y estar en disposición de cumplir las misiones encomendadas tanto en territorio nacional como en el exterior.
Ley de financiación y PEA
En esta misma línea está la propuesta de los dos partidos principales –PP y PSOE- de elaborar una ley de financiación plurianual que aporte estabilidad y continuidad en el desarrollo de los grandes programas de adquisición de material. La cuestión que se plantea ahora es si el Gobierno que salga de las próximas elecciones impulsará finalmente esta ley o se quedará una vez más en una iniciativa a recordar en conferencias y seminarios.
Ligado a este punto está el pago de los llamados Programas Especiales de Armamento (PEA), que unos abogan por cumplir a través de créditos extraordinarios y otros instan a incluir en los presupuestos generales. Otra tarea más que queda para después del 20-D.
También queda por saber si los nuevos programas de adquisición del vehículo 8x8 y la fragata F-110 serán lanzados finalmente en esta legislatura –y ya estamos en tiempo de descuento- o quedarán como una cuestión a resolver en la próxima legislatura. En este último caso se plantean otras dos preguntas: si continuará el siguiente gobierno en la idea de poner en marcha estos programas y, en caso contrario, a qué se dedicará la partida presupuestaria prevista para ellos inicialmente.
Asimismo, en los próximos meses, estarán en el punto de mira programas como el A400M, el Eurofighter o el S-80. ¿Se planteará una nueva reconducción? ¿Habrá retrasos o cancelaciones?
Apoyo a la industria de Defensa
Otro de los puntos que deberán incluirse en el apartado de Defensa de los programas electorales de los diferentes partidos es el apoyo a la industria del sector. Durante esta legislatura se han dado pasos importantes en este sentido, con el refuerzo de la Oficina de Acción Exterior (OFICAEX), la aprobación del catálogo de Capacidades Industriales Estratégicas y el incremento del apoyo institucional a la internacionalización de las empresas.
Pero también aquí queda un tema pendiente a resolver antes del 20 de diciembre: la aprobación de la Estrategia Industrial de Defensa, largamente anunciada por el Ministerio y necesaria para sentar las bases en esta materia y garantizar cierta estabilidad en el futuro, independientemente del partido que llegue a la Moncloa.
DGAM y Fuerzas Armadas
Otra de las acciones relevantes en materia de Defensa durante esta legislatura ha sido la reorganización de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), dirigida a centralizar la gestión de todos los programas de obtención, modernización y sostenimiento común de equipos y servicios. Se trata, sin duda, de un paso más en el camino hacia la agencia única de adquisiciones, de la que tanto se ha hablado en los últimos años y cuya materialización también será una cuestión a abordar por el próximo Gobierno.
En el ámbito de las Fuerzas Armadas, la reducción en el presupuesto de Defensa ha obligado a tomar drásticas decisiones en cuanto al equipamiento y la preparación de las tropas que ha llevado a tener una Fuerza de primera división y otra de segunda o incluso de regional. El equipo de primera está formado por las unidades llamadas a participar en misiones internacionales, destinatarias del mejor equipamiento y la mejor preparación. El de segunda son todas aquellas unidades que no participan en operaciones en el exterior y que han visto considerablemente reducidas sus horas de formación, de maniobras, de mantenimiento de material, etc.
En este marco, el Ministerio ha encarado esta última legislatura una transformación del Ejército de Tierra cuya pieza clave son las llamadas Brigadas Polivalentes, con las que se pretende lograr una capacidad equilibrada y flexible de fuerzas pesadas, medias y ligeras, con posibilidad de proyección, sostenibilidad y capacidad de respuesta en todo el espectro del conflicto. El proceso, iniciado este año, todavía no se ha completado, con lo que queda por ver cómo se encarará en la próxima legislatura.
Con respecto a la Armada, una de las acciones más destacadas en estos años ha sido el despliegue en Australia, durante cerca de un año, del buque de aprovisionamiento Cantabria para colaborar con la Marina del país en distintos ejercicios de adiestramiento. Esta misma semana, la embajadora de Australia en España, Virgina Greville, ha apuntado a Infodefensa.com que en estos momentos ambas Armadas están en conversaciones para concretar otras colaboraciones de este tipo.
En el ámbito del Ejército del Aire, los deberes más urgentes para el próximo Gobierno son la sustitución de los aviones de entrenamiento C-101 y la concreción del papel que desempeñarán los Sistemas Aéreos Remotamente Tripulados (RPAS).
Foto: mde.es