Construcción de entrenadores de vuelo, diseño y fabricación de simuladores, sistemas radáricos o incluso un sistema integral de defensa aérea o programas de modernización de aeronaves, la industria de defensa colombiana ha sabido hacerse con la tecnología necesaria para llevar la Fuerza Aérea al siglo XXI.
Una muestra del empeño, en este caso del propio Estado colombiano, en modernizar el sector de la defensa es la reciente creación de la Corporación de Alta Tecnología (Codaltec), como medio para la acumulación de componentes tecnológicos a partir de la preparación y la producción de sistemas ya necesarios, como los primeros simuladores para aeronaves no tripuladas (UAV) o el desarrollo de plataformas radáricas propias.
De hecho, el Ministerio de la Defensa, a través del Grupo Social y Empresarial de la Defensa (GSED) de su Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación y de Codaltec, ha iniciado el proceso para el desarrollo y puesta en funcionamiento del primer radar de control aéreo y terrestre de diseño colombiano. El primer resultado será un radar de corto alcance con prestaciones aéreas y terrestres totalmente diseñado y desarrollado por el grupo de investigación, el cual se entregará durante el primer trimestre de 2016 a la Fuerza Área Colombiana. Este primer radar vendrá acompañado de la línea de producción de sensores para atender las necesidades de las FFMM y de la industria civil, la cual se establecerá en la sede de Codaltec en la ciudad de Villavicencio –centro de esta nación- sede además de un nuevo clúster empresarial.
En esta misma línea fueron recientemente desarrollados y entregados una serie de nuevos simuladores, entre lo que se destacan dos productos de modelación y simulación para su uso por la Fuerza Aérea de Colombia (FAC).
El primero de ellos es el Simart, diseñado por Codaltec y operado por el Comando Aéreo de Combate Cacom Nº 2 'Capitán Luis Francisco Gómez Niño' en la base de Apiay en el Departamento del Meta, al oriente de esta nación. Este simulador está diseñado para el entrenamiento de los operadores de los UAV Boeing-Insitu Scan Eagle y Night Eagle, aeronaves remotamente tripuladas (designación colombiana), en servicio actualmente en la FAC.
El Simart también puede configurarse para instruir a las futuras tripulaciones de los Elbit System Hermes 450 y 900, adquiridos por la Fuerza Aérea colombiana y hay planes para su comercialización –versión BETA-, en un proyecto en el que fueron invertidos cerca de 650.000 dólares estadounidenses.
El segundo de estos nuevos simuladores es el Simaer, también operado por el Cacom Nº 2, producto del diseño y trabajo de Codaltec y del apoyo que en este sentido brindaron la Gobernación del Departamento del Meta, la Alcaldía de Villavicencio (capital de este Departamento) y la Dirección de Ciencia y Tecnología de Ministerio de Defensa.
El Simaer está diseñado para simular las condiciones de vuelo de un avión Cessna 208 Caravan, que en la actualidad es operado por las Fuerzas Armadas colombianas, para el desarrollo de misiones de comando, control e inteligencia, así como trasportes Medevac.
El simulador entre sus características más importantes, cuenta con un sistema de visualización con proyección superior a los 180º, en donde se reproducen en 3D, diversas aéreas de operación en este país, facilitando con ello el entrenamiento de las actuales y futuras tripulaciones de estas aeronaves.
La FAC cuenta además con el simulador para UH-60 Black Hawk, ubicado en las instalaciones del Comando Aéreo de Combate (Cacom) Nº 4 de esta nación. El mismo cuenta con tecnología de movimiento completo (plataformas de movimiento de seis grados, Nivel D, según estándares FAA), que reproduce también y de manera detallada los controles e interfaces de este tipo de aeronaves, incluyendo sistemas visuales de campo amplio exterior.
Cabe anotar que este simulador para helicópteros UH-60L Black Hawk, es el único de su tipo en la región y presta sus servicios en Colombia, gracias a la aplicación de la Política de Cooperación Industrial y Social (Offset).
El simulador opera bajo la modalidad de Leasing, siendo propiedad de la compañía Flight Safety, contratada por Sikorsky Aircraft, empresa que a su vez contrata con la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana (CIAC) los servicios de entrenamiento (755 dólares la hora aproximadamente) destinados a los pilotos de la FAC y ahora de la Aviación del Ejército y la Policía colombianas.
Por otro lado la Fuerza Aérea colombiana está pendiente del futuro desarrollo por un lado del Sistema Integral de Defensa Aérea (Sisdan), cuyos radares Northrop Grumman AN/TPS-78 (cuatro unidades) fueron recibidas recientemente, estando pendiente la selección de un sistema misilístico tierra-aire de mediano alcance. Y también el de la Plataforma Mariposa de cómputo, comando, control y comunicaciones + inteligencia e información (C4i2), este último de estricto carácter reservado.
De igual forma y a través de la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana y la unión temporal avión de entrenamiento Lancair, en las instalaciones del Comando Aéreo de Mantenimiento (Caman) se adelantó la fabricación (bajo licencia de Lancair) del entrenador primario T-90 Calima, del cual fueron entregadas 20 unidades, que cuentan con un Glass Cockpit y sistemas Garmin NAV, en un proceso que busca renovar la flota de los aviones de entrenamiento Beechcraft T-34 Mentor y los Cessna T-41 Mescalero con más de cuarenta años de servicio.
También la CIAC, adelanto el proceso de modernización de 13 de los Embraer Tucano T-27M de la FAC, los cuales incluyeron la actualización de los sistemas de planos y trenes de aterrizaje, inspección de los orificios de sujeción, instalación de nuevos fittings, refuerzos estructurales, así como de la aviónica y los kits de cabinas y cuyo valor asciendo aproximadamente a los 6.500.000 millones de dólares.
Este proceso respondió a que la flota de Tucanos colombianos llego al número máximo de horas de vuelo reglamentarias (80.000) y a la certificación dada por Embraer y con la que cuenta la CIAC para realizar este tipo de trabajos en sus instalaciones.
También viene adelantándose el proceso de revisión y puesta en operatividad de la flota de cazas de combate IAI Kfir C10/C12, con la participación activa de la compañía Israel Aerospace Industries, que ha realizado por primera vez y luego de un largo periodo, profundas inspecciones técnicas de varios de los sistemas de estas aeronaves, reemplazando algunos elementos y piezas con el fin de garantizar la operatividad y la seguridad en vuelo de los Kfir. Para inicios de diciembre estarían disponibles 11 aeronaves, esperándose en un corto tiempo la operatividad plena de las 20 unidades en inventario.
Finalmente otro interesante proceso de modernización es el programa denominado Arpía IV, en los que participan las compañías Rafael Advanced Defense Systems, con sus sistemas de armas Spike Nlos, Er y LR y Elbit Systems, con sus cascos Anvis/Hud®-24. Desafortunadamente y para mediados de 2014 se presentaban serios problemas para la creación de la interfaz entre los cascos y los sistemas de armas, lo que se traducía en que no era posible la adquisición de blancos con los Anvis para los Spike. Además se conocía también que el sistema Nlos por razones de licencia sufría de una importante limitación en sus capacidades de alcance, lo que reducía significativamente las prestaciones de esta arma. Estas situaciones fueron solucionadas por la Fuerza Aérea, lo que ha permitido un aumento considerable de las capacidades de disuasión de esta fuerza, pues contará a corto plazo con una plataforma de ataque a tierra, particularmente contra formaciones blindadas y de artillería y estando ya en servicio tres de estas aeronaves.
El próximo artículo será La industria de defensa en Colombia (y 3): Desarrollo e innovación para equipar al Ejército “a la carta”