Otro año de leve recuperación del presupuesto de Defensa y créditos extraordinarios

En materia de presupuestos, el año 2015 se ha caracterizado por la continuidad en la leve y lenta recuperación de la partida fijada para Defensa para 2016 y la aprobación de un nuevo crédito extraordinario para hacer frente a los pagos de los Programas Especiales de Armamento (PEA).

Según el presupuesto de gastos (capítulos I a VII) recogido en el denominado Libro Amarillo del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado 2016, el Ministerio de Defensa dispondrá de una partida de 5.962,09 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,5% con respecto a la partida inicial de este año 2015 y sitúa al Departamento al nivel de 2013, en el que contó con 5.934 millones. No obstante, en el apartado de Política de Defensa, la partida mencionada es de 5.734,29 millones, lo que representa un ligero aumento del 0,4% con respecto a este año.

En el Tomo IV (Sección 14) del ‘Presupuesto por programas y memoria de objetivos’, se señalaba que con este presupuesto el sector de la defensa “pretende contribuir a los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda aprobados para 2016, a mantener las capacidades operativas mínimas e imprescindibles de las Fuerzas Armadas para cumplimentar las misiones asignadas y a ejecutar los compromisos adquiridos, tanto por nuestra pertenencia a una serie de organismos internacionales de seguridad y defensa, como por nuestra participación en los grandes programas internacionales de armamento y material”.

Entre los datos destacables, estaba el incremento en 10 millones de la partida que se dedicará a la modernización de las Fuerzas Armadas. Del total de 202 millones, el Órgano Central dispondrá en 2016 de algo más de 88 millones de euros, lo que supone un notable incremento con respecto a la cifra inicial de 2015, de 57,7 millones. Esto se debe, en gran medida, a los proyectos de los Ejércitos que ha recibido la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), como la extensión de vida del helicóptero AB-212 o la adquisición de misiles Meteor.

Pero quizá el aspecto más destacado de estos presupuestos es que fueron presentados a principios de agosto en vez de en septiembre, como es habitual, para su aprobación definitiva antes de que las Cortes fueran disueltas como consecuencia de la convocatoria de elecciones generales este mes de diciembre.

Crédito extraordinario

En lo que no ha habido novedad es en la utilización del instrumento del crédito extraordinario para hacer frente a los pagos derivados de los grandes programas de armamento. El Consejo de Ministros aprobó el 14 de mayo un real decreto ley por el que se concedían créditos por importe de 856 millones de euros. De ellos, 846 millones eran para afrontar los compromisos anuales derivados de los 19 Programas Especiales de Armamento, otros seis millones eran para atender a las necesidades adicionales del Plan de Remunicionamiento de las Fuerzas Armadas que no se habían contemplado en el ejercicio ordinario y los cuatro restantes se destinaban a la continuación de los trabajos de remodelación de la planta 22 del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla como unidad de aislamiento hospitalario de alto nivel y en estrecha relación con las medidas adoptadas durante la pasada crisis del ébola.

En la reseña del Gobierno se explicaba que estos programas “han sido y son fundamentales para la modernización de las Fuerzas Armadas, que disponen de capacidades a la altura de las necesidades de la defensa nacional y de los compromisos de España con sus socios y aliados, y con el sistema de mantenimiento de la paz y la seguridad mundial”. Añadían que han supuesto, además, “un importante acicate para un sector industrial puntero, que genera más de 20.000 empleos directos de altísima cualificación, que es intensivo en I+D+i, que exporta y que genera, además, patentes aplicables en otros campos”.

Foto: Congreso de los Diputados