Infodefensa.com conversó con Álvaro Fuentes Quintana, director de la división balística de la empresa Carolina Performance, una empresa textil con 170 años de existencia y que aparte de ser un proveedor de materiales textiles para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue recientemente galardonada con el Premio Nacional de Tecnología e Innovación 2018, en la categoría Prototipo, por el desarrollo de una placa cerámica, modelo CP-K410 que, hay que aclarar, es un hito en la industria mexicana.
La mentalidad en México se está tornando más proteccionista, sobre todo desde la llegada de Donald Trump al poder en el vecino del norte. En este contexto se ha recuperado la narrativa del revolucionario mexicano Venustiano Carranza, quien se considera como el padre de la Industria militar mexicana, y que siempre giró en torno de eliminar la dependencia mexicana hacia las armas extranjeras. En esta realidad, México ha comenzado a cuestionarse los pros y contras de continuar introduciendo productos extranjeros que ya están superados en sus características técnicas por productos nacionales.
¿Cómo ha evolucionado el mercado de la protección balística en México en los últimos cinco años ?
La industria ha tenido cambios importantes, ha crecido en demanda, en competidores y en mejores productos y materiales así como en tecnología. Hoy en día la industria del blindaje en México está mejor que hace cinco años y esto nos ha puesto a competir con las mejores compañías del mundo, tanto de los Estados Unidos, Asia o Europa, lo que es un reto para que las compañías mexicanas trabajemos en desarrollo e innovación con nuevos materiales y procesos.
¿Y en el próximo lustro?
A futuro esperamos la misma tendencia y tal vez mucho mayor, pues al estar en un mundo globalizado competimos contra todo el mundo y hacemos presencia en ferias de otros países y estamos al tú por tú apostando por productos de mayor desempeño para equipar y proteger a los efectivos militares con los mejores materiales en chalecos antibalas y placas balísticas que cada vez tienen mejores características y desempeños en confort y peso. Definitivamente la industria está en movimiento con una fuerte demanda, surgida de una necesidad de ofrecer diferentes segmentos de blindaje vehicular, aviones, helicópteros y lanchas.
¿Es ahora el momento propicio?
La realidad es que el país pasa por un largo periodo de vivir momentos complicados en cuanto a seguridad y se ha tenido que invertir en materia de protección.
¿Qué nos puede comentar de su división de investigación y desarrollo?
La compañía ha apostado fuertemente por la innovación y para lograrlo tenemos centros de investigación y desarrollo para distintos productos, por lo que tenemos diferentes tipos de laboratorios físicos y químicos. Tenemos mucha gent trabajando en este tema, y hemos hecho alianzas con empresas extranjeras para transferir tecnología, hemos forjado un importante know how que actualmente vale mucho.
Ustedes tienen un importante enfoque en proveeduría, ¿Cuál es su rol y sus avances en este aspecto con las FFAA?
Ya tenemos experiencia trabajando con la Sedena, nosotros proveemos telas y lonas recubiertas de PVC para cubrir camionetas y telas de nilón para la Fábrica de Vestuario. Nuestro mayor interés es abastecerla con los mejores productos que tenemos en México. Nos sentimos orgullosos de contar con ellos y que son materiales para chalecos antibalas y placas. Hoy en día la Defensa está siendo abastecida por materiales de otros países, lo cual nos hemos puesto como objetivo, cambiar.
¿Su placa supera a los productos extranjeros que suele comprar México?
Esos materiales no son de última generación como el que nos acaban de premiar y estamos en contacto con ellos (Sedena) a través de unidades de desarrollo para hacer productos a su medida. Entonces tenemos una combinación, al ser una compañía mexicana y usamos los mejores materiales para surtir a la defensa nacional con un producto mexicano de las mejores características y estamos listos y trabajando con ellos para pronto empezar a cumplir sus demanda en blindaje corporal y que, como se mencionó, una de nuestras placa gano el Premio Nacional de Tecnología e Innovación.
¿Qué aporta esa placa?
Esta placa es de nivel IV, para protección de armas largas, y que es la más ligera en el mercado en México y con mejor desempeño, pues es una placa multi-impacto y está certificada a nivel IV por el Instituto Nacional de Justicia, AIJ, de los Estados Unidos. Es algo que estamos muy interesados para comenzar a trabajar con la defensa mexicana.
¿Cuál fue el proceso de desarrollo de este prototipo?
Fue entre un año a un año y medio de trabajo con las capacidades técnicas que tenemos y un largo recorrido de investigación de prueba y error con diferentes tipos de materiales y procesos. Nosotros contamos con tecnología de punta y tenemos capacidades de producción muy grandes, cerca de 3.000 a 4.000 placas por semana, capacidad que nadie tiene. Es importante comentar que hace un año aproximadamente hicimos el proceso de autorización de la Sedena por lo que nuestro laboratorio balístico es el único fuera de la Sedena con autorización y tenemos el permiso general #001. Esto es un ingrediente extra para darle confianza a la Sedena, ya que nuestro laboratorio está equipado con tecnología de punta traída de los Estados Unidos, con la que logramos desarrollar esta placa. Hay muchas variables e ingredientes que se sumaron para haber logrado al certificación de la placa que es totalmente diferente a lo que hay en México.
¿Qué supone este premio?
Este producto recibió el premio de manos del presidente de la República y es trascendente para la industria, y ahora queremos que este producto proteja a nuestros soldados con un producto certificado con el estándar internacional más importante, ya que la placa balística que se usa no está certificada en AIJ. Hay una oportunidad enorme para darles el mejor producto.