El nuevo comandante en jefe de la Armada de Chile, almirante Juan Andrés De la Maza, señaló en un video difundido en las redes sociales de la institución que uno de los ejes que impulsará en su gestión será el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval que permitirá reemplazar a las unidades de combate en vez de adquirirlas usadas en el extranjero.
Este plan, como publicó Infodefensa.com, busca impulsar la construcción de buques de acuerdo a los intereses nacionales a través de un desarrollo planificado y una optimización logística contribuyendo a la generación de empleos, investigación, innovación y nuevas empresas además de dejar una parte significativa de la inversión en Chile.
La autoridad señaló que su gestión tendrá "cuatro líneas de acción que tienen que ver con el personal de la institución, la probidad y transparencia, el posicionamiento de la Marina tanto en Chile como en el extranjero y finalmente el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval".
"Tenemos un gran desafío por la proa y estoy seguro que sabremos llegar a buen puerto. Somos una Armada más que bicentenaria y nos debemos a todos los chilenos y estoy seguro que cada uno de nosotros sabremos cumplir con nuestro deber", agregó.
En la actualidad, está en construcción en la planta industrial Talcahuano de Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) el rompehielos Almirante Óscar Viel con más de un 40% de avance y se espera que la unidad entre en servicio en el año 2024.
Para finales del cuarto trimestre de 2021 está prevista la firma del contrato inicial de construcción de dos buques multipropósito en Asmar Talcahuano. Las unidades del proyecto, denominado Escotillón IV, estarán basadas en un diseño de la empresa canadiense Vard Marine y tendrán capacidades y estándares para operación en aguas antárticas.
Las unidades incorporarán la última generación de sistemas integrados de varadero que permiten el transporte y despliegue de una amplia gama de carga en contenedores y vehículos, lanchas de desembarco, helicópteros y botes de rescate para labores logísticas, misiones de búsqueda y rescate (SAR) y asistencia humanitaria y respuesta a desastres (HADR).
La institución proyecta, además, a partir de la década de 2030, iniciar la construcción de fragatas. Para llevar a cabo este plan, la Armada de Chile encomendó a la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) un estudio económico-social de las distintas alternativas para reemplazar a las unidades de combate en lugar de adquirirlas usadas en el extranjero.
Según el estudio, la mejor alternativa para reemplazar a los buques de la Escuadra Nacional sería la construcción de fragatas de 5.200 toneladas y 132 metros de eslora. El análisis, que evaluó las distintas alternativas en el mercado, incluida la compra de buques usados, determinó que la construcción local es la mejor opción ya que permite dejar en el país un 30% de toda la inversión y generar importantes beneficios en investigación, desarrollo e innovación tecnológica.