El reciente aumento en los presupuestos generales aprobado por el Gobierno argentino ha tenido como claras beneficiarias a las Fuerzas Armadas del país. En total, Argentina invertirá 819,5 millones de dólares en la compra de aviones medianos de transporte, entrenadores, buques patrulleros y pistolas.
Del lote, el apartado más esperado es sin duda el de los entrenadores por lo largo del proceso. Tras meses de idas y vueltas e incógnitas por el repentino y radical cambio en el Ministerio de Defensa, finalmente se confirmó la adquisición de 12 Beechcraft T-6C Texan II a Estados Unidos en una operación que, junto a la compra de motores aeronáuticos turbohélice PT6A-68 y “soporte adicional”, el Estado ha valorado en 160 millones de dólares.
La medida, que tiene marcada un plazo mínimo de amortización de dos años, se ha hecho oficial esta semana a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial con la firma del presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y todos los ministros de su Gobierno.
Tal y como informó Infodefensa recientemente, el proceso ha sido largo: arrancó hace un año con la intención de adquirir 24 aeronaves y parecía probable que desapareciera de la mesa hasta que trascendió que autoridades argentinas y estadounidenses se habían reunido para tratar de llegar a un entendimiento en este sentido.
Los nuevos buques
El mismo decreto despeja también las incógnitas en torno a otros proyectos del Gobierno argentino, como es la incorporación de patrulleros oceánicos para la Armada Argentina por 362 millones de euros (428,7 millones de dólares). Pese a que no se detalla el modelo ni la cantidad de OPV, coincide con la que ya confirmó el Gobierno hace unas semanas, cuando planteó que estudiaba adquirir cuatro patrulleros oceánico L'Adroit OPV 90 a Francia para vigilar los recursos del espacio marítimo del país suramericano y que no sean explotados por buques extranjeros sin autorización.
Asimismo, se aprobó la compra de pistolas Beretta calibre 9 mm y rifles de asalto ARX-200 de la misma marca en kits y la capacitación necesaria para utilizarlos por el Ministerio de Seguridad por un total de 22,7 millones de euros (26,8 millones de dólares), una decisión que llevó a la empresa argentina de armas portátiles Bersa S.A a iniciar acciones legales contra el Estado por “competencia desleal”.
Por último, además de otros programas dirigidos a empresas o tareas de saneamiento en el país, se estableció que con el fin de lograr la “recuperación de las capacidades de transporte aéreo” del Ejército también se adquirirán aviones de transporte mediano –no especifica cuáles- por 204 millones de dólares.
El decreto da un respiro a las Fuerzas Armadas después de la vorágine provocada en el Ministerio de Defensa del país tras la marcha de Julio Martínez para presentarse a las elecciones legislativas y la llegada de Oscar Aguad a la dirección de la cartera y, con él, la renovación de la cúpula.