Los proyectos militares llevados a cabo por el Ejército de Tierra en la XXXI Campaña Antártica en la Base Antártica Española Gabriel de Castilla son diversos. Con el apoyo prestado de los investigadores y científicos, el Ejército podrá en marcha durante los próximos tres meses ocho proyectos de muy variada temática y trabajará en la implementación de otros nueve proyectos más de las anteriores campañas. Entre ellos, destaca el empleo de las aeronaves no tripuladas (UAV) para vigilar el entorno y el uso de la fabricación aditiva para mejorar la base.
El empleo de aeronaves no tripuladas permitirá capturar imágenes en el rango visible para generar Modelos Digitales del Terreno (MDT) que posteriormente serán utilizados para actividades de investigación y desarrollo de la propia base; estudios aéreos para mejorar la viabilidad y observación; y localización de posible salidas de emergencia en la isla.
Asimismo, las imágenes captadas servirán para la observación y vigilancia en el registro de los efectos de la erosión generada por la degradación de la capa activa del permafrost por las estructuras que forman parte de la BAE Gabriel de Castilla. Esta investigación la dirige el área de Sistemas de la Información y las Comunicaciones (CIS) de la XXXI Campaña Antártica.
Por otro lado, en esta edición la fabricación aditiva forma parte de las iniciativas impulsadas por la Fuerza Terrestre. En concreto, el Ejército de Tierra explica que este año "se introducen mejoras en el proceso de fabricación para obtener mejores resultados de impresión de las piezas finales".
Este programa arrancó en la edición anterior y fue utilizado con éxito por los científicos y por la dotación militar para fabricar piezas nuevas no disponible en la BAE o, bien, para el rediseño de otras con diferentes o mejoradas prestaciones. En esta labor colabora el Centro Universitario de la Defensa (Zaragoza) y su investigador principal es Marcos Pueo.
Otros proyectos
El Ejército llevará a cabo otros proyectos para estudiar la fisionomía de la isla y su entorno. En este sentido, cabe mencionar tres: contención de la degradación de la costa en el entorno de la BAE Gabriel de Castilla; auscultación de procesos activos sobre la ladera y la costa acantilada; y el estudio óptico de aerosoles en zonas polares.
Entre las iniciativas, en el ámbito de las comunicaciones, destaca la incorporación de mejoras en el Módem Hfdvl (High Frecuency Data Voice Link) para optimizar la transmisión de datos. Con este módem se pretende que, por medio del enlace HF, dar servicios alternativos digitales al enlace satélite. En la pasada edición se consiguió la transmisión en datos y voz en varias ocasiones con una estación en Canarias.
Además, los militares trabajarán en el proyecto de transmisión de datos durante la invernada -cuando la base permanece cerrada- para el envío de datos sísmicos y meteorológicos e imágenes vía satélite, así como en la instalación de la nueva red de área local (LAN) de fibra óptica desde el módulo de vida hasta el módulo científico.
Reformas de la base
También se realizarán modificaciones en las instalaciones de la base; se instalará un chasis para la incineradora de la BAE para perfeccionar el trabajo del punto limpio; se mejorará la rampa de acceso de la playa, unos de los puntos más frecuentados de la base para extraer las embarcaciones neumáticas; y se optimizará el nuevo módulo almacén con la instalación eléctrica y contraincendios.
Este año, asimismo, se realizarán mejoras en el Cuadro General de Protección Principal de la base, para poder obtener más rendimiento del grupo electrógeno. Este GE actúa a demanda de consumo y los escapes se emplean para calentar el agua caliente de los módulos de vida y dormitorio. Se instaló el año pasado y se comprobó la reducción de consumo en gasoil y, por ende, de la huella ecológica.