Defensa aprueba una inyección de 1.500 millones en el S-80

El Ministerio de Defensa y Navantia han alcanzado un acuerdo para aumentar el techo de gasto del programa S-80 en 1.550 millones de euros. De esta forma, el proyecto que trabaja en la construcción de cuatro nuevos submarinos para la Armada española pasará de un presupuesto inicial de 2.135 millones hasta los 3.685 millones.

Esta nueva partida se aprobará en las próximas semanas en el Consejo de Ministros, según recoge el diario El País, tras meses de negociaciones entre el departamento dirigido por María Dolores de Cospedal y el astillero estatal.

El reajuste presupuestario se produce después de solventar los problemas de sobrepeso en el proyecto inicial del submarino, que han obligado a Navantia a rediseñar el buque por completo con el apoyo de la firma estadounidense Electric Boat. En 2012, la compañía española detectó un desvío de más de 100 toneladas en el peso y, durante los últimos años, ha puesto el foco en los trabajos de ingeniería para solucionar este problema.

El nuevo diseño presenta diez metros más de eslora que la versión inicial; 80,8 metros frente a los 71 metros previstos en un principio, y además tiene asociado un incremento del peso de desplazamiento en 800 toneladas. Con el nombre de S-80 Plus, todos los sistemas del submarino se sometieron en julio de 2016 a una profunda revisión, que superó con éxito. La conocida como Revisión de Diseño Crítico (CDR) permitió poner fin a la etapa de diseño y encarar la producción.

Fuera del nuevo ciclo inversor

Como publicó Infodefensa.com, el incremento del techo de gasto no estará incluido dentro del plan de inversiones que ultima el Ministerio de Defensa, puesto que el programa S-80 pertenece a un ciclo anterior y, ahora, tan solo ha tenido lugar una modificación del techo presupuestado.

Los casi 3.700 millones aprobados deberían ser suficientes para la fabricación de los cuatro sumergibles previstos dentro del programa para la renovación del arma submarina española. Este montante también incluye los nuevos simuladores, que ya están llegando al Arsenal de Cartagena, claves para la formación del personal, junto con el desarrollo de la tecnología AIP o la adquisición de armamento.

Propulsión independiente del aire

Navantia ha centrado durante los últimos meses sus esfuerzos en avanzar en la construcción de la primera unidad, el S-81 Isaac Peral. El otro campo de batalla es el desarrollo de la Propulsión Independiente del Aire (AIP), una innovadora tecnología que permitirá a los S-80 permanecer más tiempo bajo el agua. Una vez finalizado, este diseño dará una autonomía solo superada por los submarinos nucleares.

El sistema tiene la capacidad de producir hidrógeno a partir de bioetanol y, en él, trabajan en estos momentos dos empresas españolas, Técnicas Reunidas y Abengoa. Ambas cuentan con prototipos a pequeña escala que han ofrecido resultados positivos durante los primeros ensayos. Una tercera compañía, Sener, presentó otra solución a Defensa pero, a día de hoy, parece que su proyecto está más atrasado.

En todo caso, la llegada de la AIP está prevista que coincida con la botadura de la tercera unidad. El S-83 Cosme García será el primer sumergible que incorpore de fábrica el nuevo sistema de propulsión, mientras que a las dos primeras unidades, el S-81 Isaac Peral y el S-82 Narciso Monturiol, se les instalará durante la varada reglamentaria para su primera gran carena, según los planes de la Armada.