Estados Unidos se plantea su retirada del acuerdo internacional alcanzado en el verano de 2015 con Irán para poner freno a su acceso a las armas nucleares. Washington aduce que el acuerdo, suscrito por Irán, Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania, sólo limita las actividades nucleares de Teherán durante un periodo corto, hasta 2025 en algunos de los puntos del acuerdo. Además, según el presidente estadounidense, Donald Trump, el país de Oriente Medio ha continuado desarrollando misiles balísticos y ha obtenido un fondo de compensación por el acuerdo de 100.000 millones de dólares que podrá emplear en “armas, terror y opresión”.
Trump ha exhortado a la Unión Europea a que corrija no más allá del próximo 12 de mayo los fallos que considera que tiene el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC), como es conocido el acuerdo alcanzado en 2015, considerado como un éxito del entonces presidente de EEUU Barak Obama. El 12 de mayo es la fecha elegida porque es el límite que tiene Washington para anunciar su decisión sobre su permanencia o no en el pacto.
El presidente de Irán, Hasan Rohani, ha acusado a Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel de querer dar al traste con el acuerdo. Rohani ha advertido este domingo en un discurso de que si Estados Unidos acaba retrocediendo en el PIAC “experimentará un arrepentimiento histórico”.
En su alocución, recogida por el canal oficial iraní de información en castellano HispanTV, el mandatario iraní ha asegurado que en su país continúan “comprometidos con nuestras obligaciones, pero anunciamos claramente a todo el mundo que no negociaremos sobre nuestra capacidad de defensa y que fabricaremos tantos misiles y armas como los necesitemos”.
En contraste con las dudas estadounidenses, China y Rusia, que también firmaron el acuerdo en 2015, ya han reafirmado su apoyo al pacto. En un comunicado conjunto fechado también este domingo, las autoridades de ambos países se muestran seguras de que el PIAC “confirmó claramente que solo a través del diálogo, la diplomacia y dentro del marco del Tratado de No proliferación (TNP), se pueden solventar los complicados asuntos sobre no proliferación de las armas nucleares”.
Pekín y Moscú también se han dirigido al resto de países firmantes para que cumplan sus compromisos y también a los demás miembros del TNP para que apoyen el PIAC y eviten acciones que obstaculicen su ejecución.
Las tensiones en torno al programa iraní de desarrollo nuclear llegan mientras Estados Unidos prepara para el mes que viene una cumbre sin precedentes entre Trump y Kim-Jong Un, el líder de Corea del Norte, otro país con el que Washington está especialmente enemistado y que, en este caso, ya cuenta con su propio arsenal nuclear.