El pasado 30 de diciembre el buque chileno OPV 83 Marinero Fuentealba llevó a cabo una fiscalización enmarcada en el Control del Tráfico Marítimo y Fiscalización Pesquera atribuida al territorio antártico llamada Akcolavi VI, un nombre en lengua kawésqar que significa agua. El objetivo de la operación es que Chile cumpla con los convenios suscritos como parte del Tratado Antártico que fue firmado en 1959 en la ciudad de Washington, Estados Unidos.
De esta forma se puede mencionar que el Tratado Antártico fue firmado por 12 países el 1 de diciembre de 1959, dichas naciones habían efectuado actividades científicas en la Antártica durante el Año Geofísico Internacional (AGI) de 1957 y 1958. Este convenio entró en vigencia a partir de 1961 y algunos de sus mandatos son, por ejemplo, el uso de la zona sólo con fines pacíficos, la colaboración científica, el intercambio de información, normas para la conservación de recursos, entre otros. Asimismo son 12 los países signatarios del tratado: Argentina, Australia, Bélgica Chile, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Rusia y Sudáfrica.
Medio siglo de acuerdos
Por otro lado, en sus 50 años de vigencia, el Tratado Antártico contempla otros acuerdos como la Comisión para la Conservación para los Recursos Vivos Marinos Antárticos (Ccamlr en inglés), cuyo fundamento radica en inquietud que ha despertado la desbocada extracción e recursos, específicamente el Krill, situación que podría provocar una considerable disminución de otras especies.
La idea central de la fiscalización a buques pesqueros autorizados a realizar labores en la zona permite impulsar y favorecer el cumplimiento de las normas de preservación del ecosistema decretadas en la Ccamlr. Desde este punto, el trabajo del Marinero Fuentealba es fundamental. En esta ocasión su misión fue pesquisar al buque chileno Antartic Endeavour que se ubicaba a 37 kilómetros al norte de las Islas Shetland del Sur desarrollando faenas de pesca.
Frente a esto, el comandante de la unidad, capitán de fragata Gastón González, señaló que "nosotros zarpamos por un periodo aproximado entre 10 a 14 días para fiscalizar en apoyo al Convenio Internacional de Ccamlr, compromiso que tiene el Estado de Chile con la comunidad internacional para regular la pesca en aguas antárticas". En esta misma línea comentó que "en esta comisión entramos al sur del paralelo 60 y estuvimos por un periodo de tiempo de una semana, en donde navegamos los sectores cercanos a las Islas Shetland del Sur, hacia el sur de la península Bernardo O´Higgins llegando hasta el canal Le Maire".
Es importante señalar que este operativo se ejecutó en conjunto con la aeronave naval P-295 correspondiente al Escuadrón de Exploración Aeromarítima (VP-1) para poder incrementar el campo visual y asegurar una buena fiscalización. En este punto cabe recordar que esta unidad naval fue la que guió al Supertanker en sus labores de extinción de incendios forestales a principios de 2017.
A lo anterior, se suma el apoyo estratégico de la base Gabriel González Videla que se encuentra emplazada en Bahía Paraíso y cuya labor consistió en quitar la basura orgánica y entregar 2.000 litros de agua, asistiendo el considerable trabajo que llevan a cabo las bases chilenas en el Continente Blanco.
Con estas misiones se consolida el compromiso que tiene la Armada de Chile para dar continuidad a la presencia en el territorio antártico protegiendo a navegación y custodiando el apropiado usufructo de los mares nacionales.
Un buque alemán
Este buque fue diseñado por la empresa alemana Fassmer, acorde a las necesidades de la Armada de Chile. Fue construido por los Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) y garantizado por el Looyd´d Register of Shiping.
Esta es la primera unidad construida por Asmar luego de sufrir daños en la planta de Talcahuano tras el tsunami de 2010. La construcción del OPV Marinero Fuentealba comenzó en 2012 y en 2014 se realizaron los honores de lanzamiento del buque al mar. Luego, en noviembre del mismo año la unidad es integrada al servicio.