El gigante británico BAE Systems se ha hecho con el contrato valorado en 35.000 millones de dólares australianos (más de 22.200 millones de euros al cambio actual) para dotar a la RAN (Marina Real Australiana) de nueve fragatas. La firma española Navantia, con un diseño basado en sus buques F-100, y la italiana Fincantieri, con su fragata Fremm, eran los otros dos candidatos al contrato de este programa, denominado Sea 5000, para desarrollar la bautizada como Clase Hunter.
La opción ganadora se basa en el buque británico de combate Type 26, que ya se encuentra en producción para la Marina Real Británica (Royal Navy), que espera ejecutar su propio programa cinco años que el proyecto australiano.
De este modo, de acuerdo con la información publicada por medios australianos, con la victoria de BAE Systems, la primera fragata australiana de este tipo será el cuarto buque de la clase construido en el mundo. Las nuevas naves encargadas por Canberra estarán dotadas, entre otros sistemas avanzados, del radar australiano CEA, en fase de desarrollo, y del sistema de gestión de combate Aegis de la Marina de Guerra estadounidense, y con el que también hubieran contado si el ganador hubiese resultado el modelo de Navantia.
Puertas abiertas al programa neozelandés
Con la obtención de este contrato, a BAE Systems se le abren también las puertas para construir otras dos unidades más para la Armada de Nueva Zelanda, a la que en su momento se dotó con otros dos buques Anzac y se especula con que los acabará sustituyendo por el mismo tipo elejido ahora por Australia.
Por otra parte, el proyecto SEA 5000 no se limita a la búsqueda de un nuevo modelo de fragata para adquirir nueve unidades, sino que las autoridades australianas se han propuesto desde el principio aprovechar el programa para restablecer su industria de construcción naval. De ahí que los candidatos fuesen en su momento exhortados a demostrar cómo pensaban crear una nueva capacidad en el país para este sector y una industria duradera para respaldarla.
El Gobierno australiano lanzó en el verano de 2015 el programa Sea 5000 para sustituir a los ocho buques de la clase Anzac con los que actualmente cuenta su Armada. Los Anzac fueron construidos en el país por Tenix Defence, actual BAE Systems Australia, entre los años 1993 y 2000. El primer Anzac alcanzará el final de su vida operativa en 2020.
En 2016 el programa configurado para sustituir las antiguas fragatas seleccionó a los tres candidatos finales para este contrato, de los que ahora ha resultado ganadora la opción de BAE Systems.
Las necesidades iniciales contempladas para este encargo se centran en buena medida en las capacidades de guerra antisubmarino (ASW), ante la proliferación de sumergibles en toda la región. Se trata de un componente con el que la Armada australiana contó tradicionalmente, pero que decayó al final de la Guerra Fría y durante su desempeño en las prolongadas campañas del Golfo.
Infodefensa.com recogió el pasado abril que el nombre del ganador del programa Sea 5000, uno de los mayores del mundo en proceso actualmente, estaba a punto de conocerse. Este medio también informó el pasado mayo de la buena posición que presentaba BAE Systems en el concurso, de acuerdo con el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI), think tank (laboratorio de ideas) de Canberra.