Finalmente, el Gobierno argentino ha pagado los 12 millones de euros que había acordado con el fabricante francés Dassault por cinco Super Étendard Modernisé (SEM). La adquisición se produce varios meses después de lo previsto, ya que se esperaba la llegada de las aeronaves para diciembre de 2017.
Pese a que, como publicó Infodefensa.com, el Gobierno había oficializado esta compra en mayo pasado a través de una decisión administrativa publicada en el Boletín Oficial con la firma del ministro de Defensa, Oscar Aguad, aún había cierta incertidumbre en torno a cuándo quedaría cerrada definitivamente. Según informó el periódico financiero francés La Tribune esta semana, el Gobierno de Mauricio Macri ya abonó el dinero para que las cinco aeronaves modernizadas pasen a formar parte de la Armada argentina.
La adquisición se enmarca en el acuerdo de cooperación en materia de defensa firmado por ambos países en 1998, que fue reactivado el pasado año de mano de Macri y su par francés, Emmanuel Macron, precisamente con el compromiso de los Dassault, y que contempla la adquisición de equipamiento, de sistemas o de tecnología de defensa y de sostén logístico, mantenimiento y capacitación correspondientes.
El deposito del dinero supone un respiro para las Fuerzas Armadas y el Gobierno argentino, que, por fin, contará con aviones de combate operativos de cara a la cumbre del G20 que se celebra a finales de este año en Buenos Aires.
El modelo de las aeronaves es una versión modernizada del original: la SEM 5, que es la más reciente de todas y que entró en servicio en 2006, nueve años antes de su desprogramación definitiva. Cumplen operaciones de ataque contra objetivos navales, terrestres y de defensa aérea, y pueden operar tanto desde tierra como desde portaviones. Su incorporación, aunque también beneficiará a la Fuerza Aérea, fundamentalmente permitirá que la Armada argentina recupere una capacidad que tuvo durante años y que parecía destinada al olvido.