La compra de un nuevo lote de Eurofighter parece a día de hoy la opción número uno del Ministerio de Defensa para reemplazar los cazas de combate F-18 del Ejército del Aire. El secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, explicó esta semana que “parece que existe una confluencia de criterios muy importante para que el sustituto sea el Eurofighter”, aunque subrayó que todavía no está definido el sistema que relevará a la aeronave de fabricación estadounidense.
En una comparecencia en la Comisión de Defensa en el Congreso de los Diputados, Olivares informó que la decisión final sobre este programa deberá tomarse el próximo año. El Eurofighter, añadió, sería en “buena transición” entre la retirada de los F-18 en servicio en la actualidad y la futura adquisición de una solución de quinta generación como futuro caza de combate europeo.
La sustitución de los F-18 es una de las prioridades del Ejército del Aire para los próximos años junto con la adquisición de una nueva aeronave de entrenamiento para los pilotos o la recuperación de la capacidad de reabastecimiento en vuelo. El calendario actual recoge la retirada progresiva de los primeros 'halcones' con base en Canarias comenzará en 2020.
Por otro lado, el secretario de Estado de Defensa también confirmó que el Ministerio de Defensa trabaja para la aprobación este mismo año de un aumento del techo de gasto en el programa Eurofighter. “Durante toda la vida de este sistema de armas es necesaria la adaptación y mejora de las capacidades operativas al mismo nivel que las naciones participantes. Esta situación repercute en que el saldo financiero del programa esté próximo a agotarse”, detalló.
Y añadió: “Se considera imprescindible realizar una reprogramación que aumente el techo financiero del programa, basada en las necesidades requeridas para evitar la obsolescencia. No aprobar el techo de gasto en este año 2018 mermaría de forma significativa el nivel de operatividad de la flota a corto plazo y dejaría el sistema de armas obsoleto a medio plazo, lo que tendría un gran impacto en nuestra defensa”.
Olivares también hizo hincapié en que este proyecto internacional resulta clave, no solo para mantener las capacidades militares, sino también para garantizar el futuro del tejido industrial aeronáutico en España. “El abandono del programa supondría una descapitalización tecnológica y la pérdida de capacidad para participar en futuros programas”.
En la actualidad, el Ejército del Aire ha recibido 68 de los 72 aviones Eurofighter que figuran en el contrato. Las cuatro unidades restantes llegarán entre 2018 y 2019. En una entrevista a Infodefensa.com, el jefe del Mando Aéreo de Combate (Macom), teniente general César Simón, explicó recientemente que “cada día está más próximo el momento en que se produzca la transferencia de responsabilidades entre plataformas, de modo que el Eurofighter formará la columna vertebral de la Defensa Aérea española asumiendo el liderazgo que hasta hoy ejerce el EF-18”.
En el pleno debate en Europa sobre el desarrollo de un sistema de combate de quinta generación, el Sedef recordó que existen dos programas en marcha; por un lado, el proyecto Tempest liderado por Reino Unido y, por otro, la iniciativa impulsada por Francia y Alemania para el desarrollo del FCAS (Future Combat Air System).
El Ministerio de Defensa español por el momento prefiere esperar a la evolución de los programas. “Estamos convencidos que estos dos proyectos europeos confluirán en uno solo y, en ese proyecto, no les quepa la menor duda de que España estará si de mí depende”, resaltó Olivares.