El Gobierno de la Republica de Guyana denunció que dos aviones de combate de Sukhoi Su-30MK2 de la Aviación Militar de Venezuela sobrevolaron, el pasado 2 de marzo, la comunidad de Eteringbang, ubicada en el margen derecho del rio río Cuyuní, en los límites actuales que separan a los dos países.
Según la versión oficial guyanesa, los cazas, además de sobrevolar la localidad, hicieron un pasaje a “muy baja altura” sobre la pista de aterrizaje, para luego “continuar en dirección este”.
En consecuencia, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional de Guyana, Hugh Todd, hizo entrega de una nota de protesta al embajador de Venezuela en Georgetown, Luis Edgardo Diaz Monclus, y le expresó “la preocupación del Gobierno por el acto de agresión” y “afirmó que tal acción era una clara violación del espacio territorial de Guyana, así como del derecho y las convenciones internacionales”.
Cabe decir, que el supuesto sobrevuelo de los Su-30MK denunciado por Guyana fue sobre el territorio del Esequibo, el cual es objeto de una controversia territorial entre ambos países.
En respuesta, el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, mediante un comunicado rechazó “enérgicamente las imprecisiones y falsas acusaciones” de Guyana, las cuales “procuran manipular la realidad para alimentar una matriz negativa contra Venezuela en relación a la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba”.
Denunció, asimismo, que, “una vez más, de manera descabellada, el Gobierno de Guyana pretende generar falsas versiones sobre las operaciones de patrullaje regular de las fronteras de Venezuela, realizadas por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, circunscritas estrictamente al territorio venezolano no controvertido, con el fin de aparentar un presunto ‘acto de agresión’ contra la hermana Guyana”.
Finalmente, recordó que, “al existir un contencioso sobre la Guayana Esequiba, ninguna de las partes puede referirse a este territorio como propio, bajo su soberanía y jurisdicción, tal como se establece en el artículo 5 del Acuerdo de Ginebra de 1966”, y reiteró que “se mantiene fiel a su postura en favor de retomar el espíritu y los mecanismos para procurar una resolución práctica, pacífica y mutuamente satisfactoria de la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba, a la vez que “condena la actitud de falsa víctima de la República Cooperativa de Guyana”.
Venezuela reclama 159.000 km2 del Territorio del Esequibo, actualmente en posesión de Guyana, antigua Guayana Inglesa, que lo “heredó” del Reino Unido. Venezuela fue despojada de ese territorio, en 1899, por un Tribunal Arbitral, constituido en Paris, cuyos jueces eran británicos, estadounidenses y rusos, y en el que no se le permitió participar en las deliberaciones.
En 1966, Venezuela y Guyana firmaron en Ginebra un acuerdo mediante el cual convinieron en buscar una solución a la disputa territorial bajo el auspicio de las Naciones Unidas. No obstante, en enero de 2018, la ONU, a solicitud de Guyana, decidió remitir el caso a la Corte Internacional de Justicia, instancia que Venezuela no reconoce en el contexto de la reclamación, y, en una decisión reciente, ese organismo admitió su jurisdicción en el reclamo venezolano por el Territorio Esequibo, lo que ha agravado las relaciones entre los dos países porque se desconoce, unilateralmente, el Acuerdo de Ginebra.