(Infodefensa.com)
Justo en el momento en el que finalizaba este jueves la ceremonia de amadrinamiento del submarino S-81 Isaac Peral, se produjo un importante aguacero que hizo que las primeras aguas que recibía el casco no fueran las ansiadas olas marinas. Un bautizo dulce en vez de salado que, además, obligó a los operarios del astillero a cerrar apresuradamente las escotillas, que permanecían abiertas durante la ceremonia, para evitar daños.
Curiosidades aparte, la tormenta puso el colofón a una breve y sencilla ceremonia presidida por el rey Felipe VI a la que asistieron unas 150 personas, incluida la dotación de quilla del buque. La princesa Leonor hizo los honores como madrina en torno a las 13.30 al cortar como manda la tradición la cinta, accionando el mecanismo para estrellar contra el casco del submarino una botella de vino tinto español seleccionada por la Armada. Instantes antes el capellán dio su bendición al barco.
La ceremonia arrancó pasadas las 13.00 horas con la intervención del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, quien destacó que el programa S-80 representa “un enorme desafío, es el mayor reto tecnológico de la industria de defensa”, que permite a España entrar en “un reducido grupo de países” con capacidad para diseñar y construir un sumergible.
Domínguez apuntó que “el camino no ha sido fácil” y puso en valor el trabajo realizado por el astillero de Cartagena. “Un avión requiere 50.000 horas de trabajo, un submarino tres millones”, remarcó. El directivo también tuvo palabras de reconocimiento para “el personal de altísima cualificación” que ha participado en el programa de desarrollo del buque.
“La clase S-80 es ya una realidad y tenemos antes nosotros el submarino convencional más avanzado el mundo, que brinda al tejido industrial español y en particular a Navantia una enorme proyección internacional y oportunidades en otros países”, señaló. El presidente del astillero también recordó la experiencia de las instalaciones de Cartagena en la construcción de sumergibles. “De los 39 submarinos que han prestado servicio en nuestra Armada, 27 han salido de estas instalaciones, esta tradición ha contribuido a su vez a la creación de un ecosistema industrial sólido y consolidado”.
“El S-80 es riqueza, empleo, capacitación y excelencia tecnológica. Tras el largo camino recurrido y los desafíos superados, el gran esfuerzo realizado por todos, Gobierno, Armada, industria, centros tecnológicos y trabajadores ha valido la pena y el S-81 pronto estará en el agua para las siguientes fases de desarrollo”, manifestó.
"Apuesta por la innovación"
Después fue el turno del Jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante general Antonio Martorell Lacave, que hizo hincapié en que este programa es vital “no solo para la defensa de España, sino también para la industria nacional”. El submarino S-80, agregó, “constituye la prueba fehaciente de la capacidad industrial española y de su apuesta decidida por la innovación tecnológica”.
El almirante resaltó además que este buque “es fruto de tantos años de duro trabajo, que muestra hasta donde podemos llegar los españoles cuando trabajamos unidos en post de un objetivo común”. Martorell también habló de los próximos pasos. “Quedan retos por superar como las exigentes pruebas de mar y la creación del modelo de sostenimiento”, destacó, para finalizar sus palabras incidiendo en “el espíritu de sacrificio y abnegación de los submarinistas españoles”.
Por último, la ministra de Defensa, Margarita Robles, señaló que “hoy es un día de alegría”, en el que “no olvidamos a los fallecidos por la Covid”. La titular de Defensa agradeció el trabajo de los operarios de Navantia, que “han hecho muchas horas”, y del personal de la Secretaría de Estado de Defensa, la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) y la Armada. Robles calificó este día “como histórico” y al submarino como “una obra maestra”. Con él, añadió, las Fuerzas Armadas serán “mas potentes”. El S-81, concluyó, “es ciencia, innovación, tecnología, es futuro”.
En la ceremonia estuvo presente, además del Rey y la princesa de Asturias, la reina Letizia y la infanta Sofia. Entre las autoridades cabe mencionar la presencia del presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras; el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Teodoro López Calderón, la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, y la presidenta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Belén Gualda. Al acto también asistieron los embajadores de Australia, Canadá, Marruecos y Grecia, lo que da una idea de los posibles mercados del sumergible.
Tras la ceremonia de amadrinamiento, el buque será puesto a flote en principio la próxima semana mediante una compleja maniobra que implica el empleo de un dique flotante.