(Infodefensa.com)
El avión de transporte/cisterna multipropósito de A330 MRTT ha dado un paso clave en la mejora de sus capacidades. Su fabricante, Airbus, ha concluido la fase de desarrollo del sistema de reabastecimiento aire-aire automático, conocido por las siglas en inglés A3R. El proceso se ha culminado, de acuerdo con la empresa, tras “una exitosa campaña de pruebas de vuelo”, que comenzó el año pasado.
De acuerdo con sus creadores, el A3R es un sistema que no requiere de equipo adicional en el receptor, que está destinado a reducir la carga de trabajo del operador de reabastecimiento de combustible (conocido por las siglas en inglés ARO), capaz de mejorar la seguridad y de optimizar la tasa de transferencia de reabastecimiento de combustible aire-aire (AAR) en condiciones operativas para maximizar la superioridad aérea.
Con el nuevo sistema, el ARO únicamente tiene que activar la operación y verificar que todo va bien, ya que es éste el que continúa con el resto de tareas automáticamente. En caso de que ocurra alguna anomalía por desviaciones en la estabilidad del aparato receptor o un mal funcionamiento del avión que actúa como cisterna, el sistema A3R está preparado para desconectar y alejar del receptor de forma segura la pluma por la que se transfiere el combustible.
Las pruebas del nuevo sistema culminaron en Singapur a principios de este año, y en ellas han participado la Fuerza Aérea del país (RSAF) y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Defensa también de Singapur. Esta nación acordó en febrero del año pasado colaborar con Airbus en el programa A330 Smart MRTT, “para desarrollar, certificar e implementar la capacidad A3R”, y también en “soluciones de mantenimiento mejoradas para el A330 MRTT”.
En el ensayo participaron, además de un A330 MRTT equipado con el sistema A3R como suministrador, varios receptores, también de la RSAF, incluido otro A330 MRTT y aviones de combate F-16 y F-15SG. En esta prueba se ejecutaron con éxito un total de 88 contactos secos y húmedos totalmente automatizados, y se transfirieron en conjunto cerca de 30 toneladas de combustible.
Los pilotos de las aeronaves receptoras también reciben señales automatizadas que facilitan la operación y la acortan.
Certificación a finales de año
El A3R, explican sus desarrolladores, se “allana el camino hacia una operación de reabastecimiento aéreo totalmente autónoma”. La compañía consiguió en 2018 el primer contacto automático para el repostaje en vuelo de la historia, con lo que “demostró que el A3R era factible como producto”.
Por otra parte, el mantenimiento mejorado que también contempla el acuerdo con Singapur permitirá a los equipos en tierra detectar y resolver directamente desde la cabina del avión la causa de un fallo. De este modo, las tareas en tierra se resolverán más rápido y se proporcionarán los medios para maximizar el uso eficiente de las piezas de repuesto.
Tras estas pruebas, y después de haber recopilado todos los datos críticos, los equipos se están preparando ahora para la siguiente fase, lo que incluye la preparación de la versión final del A3R y de una hoja de ruta muy exigente que conducirá a la certificación para fines de 2021, según apunta el fabricante en un comunicado.