El Parlamento alemán (Bundestag) ha aprobado el desarrollo de un nuevo radar de barrido electrónico activo (AESA) para equipar a sus aviones de combate Eurofighter. La compañía local Hensoldt es la designada para estos trabajos. El consorcio Eurofighter, formado por las compañías Airbus, BAE Systems y Leonardo, lleva desde 2016 ensayando con esta tecnología a través del denominado radar Captor E-Scan, con el que se dotará a las aeronaves encargadas por Kuwait y Catar. Sin embargo, ninguno de los cuatro países socios de este programa de cazas (Alemania, Reino Unido, Italia y España) ha encargado aún estos radares para sus aparatos, a pesar de que ya han empleado más de mil millones de euros en su desarrollo. Ahora Berlín ha puesto en manos de Hensoldt su propio desarrollo.
En palabras del consejero delegado de la compañía alemana, Thomas Müller, “con esta decisión, Alemania está asumiendo un papel pionero en el campo de una tecnología clave para el Eurofighter”. El alto ejecutivo ha definido la operación como “una señal para Europa de que Alemania está invirtiendo en una tecnología que es de crucial importancia para la cooperación de defensa europea”.
Con la publicación del presupuesto para el desarrollo, la producción y la integración de un nuevo radar para el avión de combate Eurofighter, el Bundestag ha despejado el camino para la modernización del Eurofighter en un área crucial de tecnología de sensores, de acuerdo con un comunicado de la empresa. “En contraste con el desarrollo del radar hasta la fecha en un consorcio bajo el liderazgo británico, la responsabilidad del sistema de radar pasará ahora a manos de la casa de radar alemana Hensoldt”, cuya participación en el programa “supera los 1.500 millones de euros”, prosigue el texto.
A diferencia de los sensores convencionales, los radares basados en la tecnología AESA pueden ejecutar varias tareas simultáneamente y son extremadamente versátiles. En ellos la transmisión se genera directamente en la antena en lugar de hacerlo en un emisor central sensible y sujeto a fallos.
La adopción de un radar AESA se considera un hito fundamental para que el caza Eurofighter Typhoon pueda competir en el mercado de exportación frente a programas de aviones de combate de EEUU, Francia y Suecia, que o bien ya disponen de esta capacidad o están comprometidos en firme a contar con ella.
La falta de este sensor se esgrimió en su momento como uno de los principales motivos por los que la India no eligió a principios de 2012 el Typhoon para equipar a su Ejército del Aire en un programa que se estimó en 10.000 millones de euros, y que finalmente no ha llegado a ejecutarse al completo. La francesa Dassault Aviation resultó finalmente ganadora de aquel proceso con su caza Rafale, un modelo que consiguió integrar su propio AESA en 2013.
La compañía que está al frente de este avión de combate, Eurofighter Jagdflugzeug, pertenece en un 46 por ciento a Airbus, en el 33 por ciento a BAE Systems, y en el 21 por ciento restante a Leonardo. En el conglomerado que lo desarrolla intervienen en torno a 100.000 trabajadores pertenecientes a unas cuatrocientas empresas.
Por su parte, Hensoldt, especializada en electrónica de defensa y seguridad, cuenta con una plantilla de 5.500 profesionales y facturó el año pasado 1.140 millones de euros. En la actualidad, unas 2.000 personas trabajan en el centro de radares que la compañía tiene en Ulm, donde anteriormente ya se trabajaba en el desarrollo y producción de tecnología de sensores para los Eurofighter. Ahora, de acuerdo con la firma, “solo en los departamentos de radar de Eurofighter se espera un aumento de 400 empleos altamente cualificados durante la duración del programa”. En el desarrollo del nuevo radar, la compañía trabaja en estrecha colaboración con el contratista principal Airbus y el grupo español de electrónica de defensa Indra.