La crisis generada por la pandemia de coronavirus ha puesto en alerta al sector aeroespacial francés, que teme la pérdida de hasta 100.000 empleos si no se toman medidas. El antídoto con el que el país va a tratar de evitar el desplome de la actividad se presentó el martes en forma de un plan de apoyo a la industria nacional cuantificado en 15.000 millones de euros, y que entre sus puntos fuertes contiene una apuesta clara por tecnologías verdes.
La iniciativa, financiada con fondos públicos y privados, incluye el adelanto de algunos gastos de defensa previstos y, sobre todo, un desembolso de 7.000 millones de euros para ayudar a la aerolínea nacional Air France. También contiene un fondo de inversión de mil millones de euros en buena parte sufragados por los constructores de aviones Airbus y Dassault Aviation, el fabricante de motores Safran y la firma de sistemas Thales, como recogió Infodefensa.com hace una semana.
Francia prevé dentro de este plan, entre otros, una inyección de 1.500 millones de euros en un plazo de tres años para impulsar la investigación de tecnologías ecológicas en el sector aeronáutico. Principalmente se trata de encontrar una alternativa basada en el hidrógeno como fuente de energía para sustituir a las actuales turbinas de gas de los aviones a base de petróleo.
En la presentación del plan no se ha concretado de inicio qué parte de los 15.000 millones anunciados se corresponde con ayudas realmente nuevas y qué otra porción contempla desembolsos ya previstos, informa Reuters. El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha insistido en este punto que únicamente ya estaba planeada la ayuda a Air france.
En este marco de apoyo a la industria, Le Maire ha apelado a Europa para que no sacrifique el puesto que Airbus ocupa en la actualidad en el mercado mundial frente al gigante estadounidense Boeing o al próximo competidor chino en la fabricación de aviones Comac (siglas de China Commercial Aircraft Corporation), informa Reuters. “Debemos salvar nuestra industria aeroespacial”, ha apuntado contundente el político.
La fuente recuerda que el plan francés se ha lanzado después de que Boeing solicitase un desembolso para ayudar a los proveedores estadounidenses en forma de millones de dólares en garantías de préstamos. El eslabón más débil del sector son los proveedores de estas grandes empresas, estadounidenses en el caso de Boeing y europeos en el de Airbus, de ahí el afán en ambos lados del Atlántico por concentrar las ayudas en estas suministradoras, entre las que abundan las pymes.