La necesidad de consolidar la industria naval europea ha centrado los argumentos de la última conferencia de prensa que ha dado Hervé Guillou como consejero delegado (CEO) de los astilleros semipúblicos franceses Naval Group antes de su retirada. En ella Guillou, que lleva seis años al frente de la empresa, ha insistido en la necesidad que tienen las constructoras navales europeas de mantener unas fuertes exportaciones para poder sobrevivir, y ha recuperado la idea de la creación de un “Airbus Naval”, cuyo núcleo ocupará su empresa por su mayor compromiso, según ha afirmado.
El alto ejecutivo francés ha recordado que en los últimos 15 años han llegado al mercado mundial de buques militares nuevos competidores de China, Rusia, Corea del Sur, Japón, Singapur y la India, entre otros. Y ha destacado la fuerte dependencia exterior de los astilleros europeos. “Somos los únicos en el mundo que tenemos que exportar más de la mitad de nuestra producción para sobrevivir”, ha afirmado.
Guillou ha enumerado que entre los años 2009 a 2018, 49 de los 80 barcos de entidad (excluidos pequeñas naves, como patrulleros oceánicos y buques de suministro) construidos por los 12 astilleros europeos tenían como destino la exportación. En cambio, de los 136 producidos en China solo 11 se exportaron; de los 68 rusos, 14 eran encargos externos; de 40 coreanos, 13 fueron exportados; dos astilleros estadounidenses terminaron 78 naves, de las que únicamente acabaron fuera seis, y de los 19 fabricados por Japón, ninguno fue exportados.
“Exportar es una oportunidad”, ha apuntado, “pero lo que quiero subrayar es que, en todo caso, nosotros no tenemos otra opción”, ya que “ningún mercado interno europeo es lo suficientemente grande”, de acuerdo con sus palabas, recogidas por Defense News.
En este marco, Guillou ha vuelto a citar el viejo sueño de la industria naval del viejo continente de unirse en un gran grupo de astilleros, a semejanza de lo que hizo la industria aeroespacial con la creación de la actual Airbus, constituida con la entrada del nuevo siglo a partir de empresas de Francia (Aérospatiale-Matra), Alemania (Dornier y DASA) y España (CASA).
El CEO de Naval Group ha señalado que su empresa será el núcleo alrededor del cual se construirá un futuro “Airbus Naval”, porque “tenemos los medios y el deseo de hacerlo, mientras que otras compañías no”.
Guillou ha apuntado en este contexto que España se acaba de unir a los esfuerzos de Grecia y Naviris (empresa conjunta formada por Naval Group y la italiana Fincantieri) para el desarrollo de una corbeta europea.