La posibilidad de que Grecia se una al club de países dotados de aviones de combate de quinta generación F-35 gana fuerza. El Ministro de Defensa heleno, Evangelos Apostolakis, ha reconocido que su país va a considerar la adquisición de este modelo para sustituir a parte de su flota de F-16, un aparato del que, al igual que el F-35, también es fabricante Lockheed Martin.
La Fuerza Aérea Helénica ha recibido 160 cazas F-16, de los que 70 se corresponden con las versiones F-16C/D Block 30/50 y fueron adquiridos en 1985 (Block 30) y 1993 (Block 50), por lo que se trata de los más antiguos y por tanto los más susceptibles para ser sustituidos por un nuevo avión. Otras 84 unidades recibidas a lo largo de la primera década del nuevo siglo forman parte del programa de modernización para transformarlas a la versión F-16V Block 70/72. El trabajo fue encargado el pasado junio a Lockheed Martin y la firma local Hellenic Aerospace Industry (HAI).
Para sustituir a los más antiguos, Grecia ya ha solicitado información de precio y disponibilidad de 25 a 30 F-35 al fabricante, de acuerdo con la información recogida por Forecast International de distintos medios locales. En la misma pieza se apunta que la compra dependerá del acuerdo al que sean capaces de llegar Grecia y Estados Unidos sobre un calendario de pago a largo plazo.
Apostolakis ha hablado de la posibilidad de adquirir el F-35 como reacción a un escrito oficial presentado este mismo mes a la Cámara de Representantes de EEUU en el que se cita a Grecia como potencial cliente del F-35. El documento, recogido por Infodefensa.com, también contempla a España entre los posibles compradores más probables del F-35, además de Singapur, Rumanía y Polonia.
De las tres variantes diseñadas del caza, la A, que es la planteada para el despegue y el aterrizaje convencional (CTOL) en pistas habituales, es la que podría adquirir Grecia. No obstante, se trata de una versión pensada para sustituir a los antiguos aviones de combate F-16, además de los A-10.
El Joint Strike Fighter (como se bautizó el programa de estos aviones en origen) es una iniciativa liderada por EEUU a la que también se sumaron Gran Bretaña, Italia, Holanda, Australia, Dinamarca, Noruega, Turquía y Canadá.