Pekín lleva 16 años incrementando sus presupuestos militares más de un 10 por ciento cada ejercicio, hasta triplicar la cantidad registrada entonces. Esta escalada ya le ha situado en el segundo puesto mundial en gasto en defensa, únicamente superada por Estados Unidos. El siguiente paso es competir con Washington para aumentar aún más su peso militar, lo que dará origen a una nueva carrera de armamento protagonizada por estos dos países.
El experto en seguridad nuclear Tong Zhao, del Carnegie-Tsinghua Center for Global Policy, cree muy probable que ahora China responda al actual desarrollo de armamento estadounidense “con sus propias inversiones en tecnologías similares y otras medidas. Una competición de armamento más amplia que se extienda a otros dominios tecnológicos más allá de los misiles tradicionales balísticos y de crucero parece difícil de evitar”.
El experto añade que para el gigante asiático “la era de depender de la estructura bilateral de control de armamento entre EE UU y Rusia ha acabado”, según cita el diario El País en una información en la que recuerda las palabras del presidente chino, Xi Jinping, en su primer discurso a las Fuerzas Armadas de su país de este año, afirmando que el mundo “encara un periodo de grandes cambios no vistos en un siglo”.
La Agencia de Inteligencia de la Defensa de Estados Unidos (DIA) afirma en su último informe que China ya está “a punto de desplegar algunos de los sistemas de armamento más modernos del mundo”. De hecho, añade el documento, “en algunas áreas, ya lidera el mundo”.
La DIA concluye que detrás del importante impulso militar chino se encuentra su contencioso con Taiwan. “El interés de Peking de obligar a Taiwán a reunirse con China continental y disuadir cualquier intento de Taiwán de declarar su independencia ha sido el principal motor para la modernización militar de China”.
Este estudio, publicado a mediados del mes pasado bajo el título de Poder Militar de China, calcula que el gasto militar chino “probablemente excedió los 200.000 millones de dólares” en 2018, lo que equivale a que ya ha triplicado la cantidad destinada 16 años antes, en 2002, de acuerdo con el canal de noticias CNN.
El aumento del poder militar chino ya ha empujado a otros países vecinos aliados de occidente, como Japón y Australia, a plantearse sus estrategias de defensa, como ha venido informando Infodefensa.com.