Euroradar tiene lo que queda de mes para presentar su oferta prevista de producción de un sensor de barrido electrónico activo AESA (Active Electronically Scanned Array) para el avión de combate Eurofighter. La adopción de este radar, denominado Captor-E, se considera una capacidad esencial para el caza. Eurofighter Jadgflugzeug GmbH encargó en noviembre de 2014 el desarrollo de este sistema por 1.000 millones de euros
El calendario previsto marca la presentación inminente de la oferta del consorcio europeo Euroradar, liderado por Leonardo, a la Netma, que es la agencia de la OTAN que gestiona el programa Eurofighter y representa a sus principales socios: Reino Unido, Alemania, Italia y España. Está previsto que las primeras unidades del caza que equiparán el radar AESA sean los encargados por Kuwait en 2016, lo que implica que la entrega de los sensores de producción inicial deberá comenzar en 2019, de acuerdo con Defense-Aerospace.
Las pruebas en vuelo del radar comenzaron en julio de 2016, en instalaciones de la compañía BAE Systems, socio del Eurofighter junto a Airbus y Leonardo, en Inglaterra. Según apuntó entonces el presidente del consorcio Euroradar, Andrew Cowdery, el Captor-E es mucho más potente “que la mayoría de los sistemas de la competencia”. De acuerdo con sus explicaciones, la combinación entre la gran apertura del morro del aparato y la capacidad de movimiento de la antena de este radar le permite alcanzar una cobertura de 200 grados en el Eurofighter.
A diferencia de los sensores convencionales, los radares basados en la tecnología AESA pueden ejecutar varias tareas simultáneamente y son “extremadamente versátiles”, según sus desarrolladores. En ellos la transmisión se genera directamente en la antena en lugar de hacerlo en un emisor central sensible y sujeto a fallos.
El desarrollo de un radar AESA se considera un hito fundamental para que el caza Eurofighter Typhoon pueda competir en el mercado de exportación frente a programas de aviones de combate de EEUU, Francia y Suecia, que o bien ya disponen de esta capacidad o están comprometidos en firme a contar con ella.
La falta de este sensor se esgrimió en su momento como uno de los principales motivos por los que la India no eligió a principios de 2012 el Typhoon para equipar a su Ejército del Aire en un programa que se estimó en 10.000 millones de euros. La francesa Dassault Aviation resultó finalmente ganadora de aquel proceso con su caza Rafale, un modelo que consiguió integrar su propio AESA en 2013.
El caza, que el mes pasado superó el medio millón de horas acumuladas por todas sus unidades en vuelo, ya se encuentra operativo en las fuerzas aéreas de Reino Unido, Alemania, España, Italia, Austria, Arabia Saudí y Omán. A estos países se sumarán en el futuro Qatar y Kuwait. De momento se encargado 623 Eurofighter, de los que se han entregado más de 530, lo que le convierte en el mayor programa de adquisiciones militares en Europa.
La compañía que está al frente de este avión de combate, Eurofighter Jagdflugzeug, pertenece en un 46 por ciento a Airbus, en el 33 por ciento a BAE Systems, y en el 21 por ciento restante a Leonardo. En el conglomerado que lo desarrolla intervienen en torno a 100.000 trabajadores pertenecientes a unas cuatrocientas empresas.