Berlín ha optado por dejar de vender material de defensa a Riad mientras se aclaran las circunstancias de la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, visto por última vez cuando entraba en el consulado saudí en Estambul. El recurso del veto en el suministro de armamento es tan habitual en Alemania como la marcha atrás en esta medida cada vez que se ha esgrimido como medida de represalia ante las violaciones de los derechos humanos protagonizadas por Arabia Saudí, particularmente por su intervención en Yemen.
El último episodio similar tuvo lugar este mismo año. Al anuncio del enésimo nuevo veto realizado por Berlín, le siguió un tiempo después la evidencia de que el material germano volvía a suministrarse al reino de Oriente Medio. De ahí que sobre el anuncio ahora de la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, afirmando que esas exportaciones de armas “no pueden tener lugar en las circunstancias actuales”, convenga esperar un tiempo para conocer hasta cuándo se dan realmente “las circunstancias actuales” para las autoridades germanas.
Únicamente Argelia supera a Arabia Saudí como principal receptor internacional del material militar alemán. El Gobierno del país centroeuropeo ha emitido este año, hasta el pasado 30 de septiembre, licencias de exportación por más de 400 millones de euros.
Alemania se mantiene como el cuarto mayor exportador de defensa del mundo, tras Estados Unidos, Rusia y Francia, de acuerdo con los datos estimados por el Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri) y referidos para el periodo 2013-2017. Se da la circunstancia de que, durante ese lustro, y mientras las ventas de este tipo de material germano al exterior han disminuido un 14 por ciento respecto al lustro anterior, el suministro a países de Oriente Medio se ha más que doblado (un 109 por ciento más respecto al periodo 2008-2012)
Arabia Saudí es el segundo mayor importador de grandes armas del mundo, únicamente superado por La India. En los últimos cinco años, Riad ha comprado en el mercado internacional un 225 por ciento más que durante los cinco años anteriores. El 98 por ciento de estas compras tienen su origen en EEUU y los países europeos.