En la segunda parte de la entrevista a Infodefensa.com, el general de división Juan Emilio Muñoz explica que la futura base logística del Ejército de Tierra también tendrá muy en cuenta temas como la eficiencia energética y apunta que el Ministerio de Defensa ya ha tenido un primer contacto las principales empresas de ingeniería de España para presentarles el proyecto. También profundiza en otros proyectos relacionados con las políticas de medio ambiente para reforestar y descontaminar campos de maniobras.
¿La cuestión de la eficiencia energética y las políticas ambientales serán tenidas en cuenta en la futura base logística?
La base logística será pionera y concentrará en una sola ubicación diversas dependencias que el Ejército de Tierra tiene repartidas por la península. Ya hemos empezado a trabajar en el proyecto, realmente ilusionante. El Ejército de Tierra está trabajando activamente en los requisitos. En la Dirección de Infraestructura ya hemos creado la oficina de programa y también se creará una oficina de proyecto. Todos los edificios deberán ser eficientes y con el máximo respeto posible por el medio ambiente, con una gestión centralizada de las instalaciones mediante un software que vamos a desarrollar. La idea es que huella de carbono sea reducida. En definitiva, el objetivo es hacer unas instalaciones modernas, sostenibles y con sistemas de generación de energía basados en las renovables. Estamos estudiando incluso el uso del hidrógeno.
¿Ya han contactado con empresas?
Hemos hecho una reunión con las principales ingenierías más importantes del país. Se les ha dado un briefing y una charla explicativa para presentarles que queremos hacer en la base logística y, por otro lado, también escuchar propuestas de ellas que podemos recoger para implementar en el proyecto. La oficina del programa recogerá el guante de la parte de la infraestructura, pero también de la alta tecnología que incorporará la base para el desarrollo de sus capacidades, desde realidad virtual hasta un sistema, todavía en estudio, para mover los carros y vehículos. Tradicionalmente, cuando se averiaban los movía una grúa. Ahora, la intención es desarrollar una plataforma que coja el vehículo lo traslade al punto de reparación. Por un lado, el desarrollo tecnológico es importante porque esa máquina no está desarrollada para mover un carro de 20 o 30 toneladas y, por otro lado, desde el punto de vista de la infraestructura, también se ahorra porque si se reduce la superficie de movimiento de los vehículos, la superficie construida es menor, por lo tanto, la eficiencia será mayor, el consumo de energía también será menor, lo que redundará en un ahorro económico desde la implantación hasta el mantenimiento. Esta oficina colaborará activamente con la otra oficina que tiene el Ejército de Tierra, realmente el usuario y el que sabe lo que quiere.
-La subdirección que dirige también la política medioambiental del departamento, ¿Qué retos tiene por delante el ministerio en este campo?
Trabajamos en la gestión del impacto ambiental, es decir, que nuestras actividades operativas produzcan el menor daño posible al entorno. Y también tratamos de reducir la huella de carbono y el consumo de combustibles. ¿Cómo lo hacemos? Intentando racionalizar el uso energético de nuestros equipos. Además, nos planteamos el reto de la reforestación con especies autóctonas, hemos cerrado convenios con empresas como Iberdrola o entidades como el Ayuntamiento de Zaragoza. Nuestra meta es realizar plantaciones allí donde se pueda para precisamente la huella de carbono. Ya la hemos hecho en la sierra del Retín en Cádiz o en Valladolid y estamos estudiando un convenio con el Ayuntamiento de Zaragoza para hacer una reforestación de 1.200 hectáreas.
¿Qué otros proyectos destacaría?
Tenemos un plan de descontaminación de suelos valorado en 60 millones de euros para 15 o 20 años. El objetivo es actuar sobre los suelos contaminados durante muchos años consecuencia de la actividad de nuestras fábricas de armas, campos de maniobras y prácticas de tiro. El plan ha empezado este año, aprobado por el Ministerio de Transición Ecológica. Este mismo año ya se está trabajando en tres o cuatro campos y estamos haciendo evaluaciones para continuar con el proceso. Por último, también se trabaja en la regulación y reducir en la medida de lo posible la contaminación acústica durante los ejercicios. Hace tiempo que hacemos mapas de ruido con los índices máximos que se producen. La idea es intentar minimizar el ruido y luego informar a los ayuntamientos próximos sobre las previsiones para que lo tengan en cuenta a sus planes urbanísticos.