Pedro Argüelles es una de esas personas que ha hecho prácticamente de todo. Para empezar es asturiano, pero nació en Madrid. También es Ingeniero Industrial, pero fundó un banco, el Alcalá. Después dirigió Aena y más tarde fue vicepresidente de Boeing Internacional. Entre medias se metió en varios jaleos más, como Asturiana de Zinc o el Banco Granada Jerez, y hasta en política allá por los años 80. Fue eurodiputado y diputado, con Eduardo Serra entró de lleno en el mundo de la defensa como director de su gabinete y terminó siendo secretario de Estado con Pedro Morenés. Hoy, Argüelles, pasados los 70, preside la Asociación Atlántica Española (AAE).
El ex Sedef nos hace un hueco en su agenda para hablar de la principal misión de la AAE: explicar a la sociedad civil qué es la OTAN y porqué es tan importante que España esté bajo su paraguas. Llegamos a la sede de la Asociación antes de tiempo para montar. Él lo hace con puntualidad británica y su forma de vestir apuntala el gentilicio: pantalón gris, corbata roja, chaqueta cruzada azul marino y pañuelo blanco, como la camisa. Y todo al más puro estilo Savile Row.
La entrevista comienza con algún problema técnico por la iluminación. El espacio es una oscura sala de madera con óculos de luz cálida, todo muy naranja. Somos tres mirando hacia todas partes mientras él propone utilizar el flexo de su despacho como foco. Solucionado el problema, Argüelles también reparte los sitios: “tu mejor ahí”, señala a la izquierda, mi mascarilla recién estrenada lleva el logo de la Asociación Atlántica a la derecha. Yo estoy más nervioso que él, soy un plumilla y la tele no es lo mío. Él sonríe bajo la mascarilla, lleva años en esto, sabe estar ante una cámara y conoce el tema de sobra. Estoy seguro de que también los trucos suficientes para huir de las cuestiones incómodas.
Ante la extensión de esta entrevista el texto se publicará en dos partes de las que a continuación reproducimos la primera.
Antes de nada, ¿Qué es la Asociación Atlántica Española?
Es una organización sin ánimo de lucro y sin color político alguno, constituida por profesionales que ha tenido una trayectoria de interés con las cuestiones relacionadas con la seguridad y la defensa y dentro de ese marco en el concepto OTAN. Somos un canal de distribución y de educación a las sociedades para que entiendan mejor todo lo que es la asociación atlántica y que es lo que significa estar dentro del paraguas de seguridad de la OTAN.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, comentó la semana pasada ante el Congreso la necesidad de no ver confrontaciones entre la OTAN y Europa ¿eso es factible o puede haber un choque de intereses?
Choque de intereses no. Entre la OTAN y Europa hay un alineamiento total. Puede haber diferencias de opiniones pero eso no son choques. Pero también es cierto que, en la OTAN, Europa es más de la mitad de lo que es el mundo occidental en parámetros económicos, tecnológicos… Por lo tanto ya no es un bebé, es un adulto y un adulto además con un gran nivel de bienestar y de progreso que debe de proteger y de defender. Hasta ahora Europa ha estado demasiado tiempo centrada en su propia protección país a país y cuando se trata de temas colectivos acudiendo a la Alianza como instrumento. Ahora lo que está saliendo a relucir es que hemos creado una Unión Europea y esa Unión Europea tiene un valor que hay que proteger. Es lógico que en la Unión Europea se empiece a hablar de ir construyendo esa dimensión de seguridad y defensa. Eso no es, como a veces se ha dicho, que se establezca una rivalidad entre EEUU y Europa, es simplemente que Europa dice sí, yo quiero esa alianza y me interesa mantener esa multilateralidad en los capítulos de seguridad porque estado a estado yo no podría dar una respuesta. Pero los países europeos también tenemos algunas cuestiones que son propias nuestras que nos permitan en un régimen de colaboración con la Alianza establecer programas específicos. El ejemplo más claro es el que hemos mencionado antes de la Cuenca del Mediterráneo, pero no es el único, hay otros muchos.
Durante la Administración Trump sí se vieron algunas de esas diferencias con EEUU, pero todo apunta a que ahora con la llegada de Biden las aguas pueden volver a su cauce.
Sin duda la llegada de Biden es una vuelta a lo normal. Lo que no era normal era lo que supuso Trump y su Administración. Era más bien un discurso más que una actuación, tampoco podemos decir que en lo que se refiere a la Alianza Atlántica el presidente Trump supuso una ruptura. Pero sí era un discurso distinto y sí era un discurso un poco preocupante. Yo creo que Biden representa la vuelta a una normalidad, a que los acuerdos van a ser más estables, donde la multilateralidad está asegurada, donde yo creo que España y la Unión Europea se van a sentir más cómodos, con una Administración que no es distinta de otras que ha habido anteriormente. Me gustaría resaltar que Trump es un paréntesis de excepción y EEUU tiene muy clara la importancia del vínculo trasatlántico, que es de mutuo interés. Tiene otros niveles de preocupación como los tenemos nosotros pero el vínculo trasatlántico es desde el punto de vista económico, desde el punto de vista social, desde el punto de vista cultural, desde el punto de vista militar es el más importante para EEUU y es el más importante para Europa.
¿Cuáles son las áreas que más preocupan a la Alianza, la frontera rusa, Afganistán, Taiwan…?
En esa visión 2030 nosotros ponemos la llamada la atención sobre el flanco sur, pero hay otros países que pertenecen a la Alianza que llaman la atención sobre otras amenazas. Y muy especialmente la amenaza rusa, que no solo es una amenaza, es una realidad. Rusia ha hecho acciones de agresión a nuestro entorno de seguridad. Pero también está el desafío que representa China y su capacidad de influencia en el Pacífico y de Asia. El Tratado del Atlántico Norte de hoy ya no ve solamente bajo el prisma del Atlántico Norte sino que está mirando más allá, porque la inestabilidad de otros puede acabar repercutiendo sobre nuestra sociedad. Hace poco no existían riesgos que hoy en día son una gran preocupación como la inseguridad en nuestras comunicaciones, en nuestra información, en nuestros procesos digitalizados. Hoy estamos viviendo una pandemia que ha puesto en jaque la economía, nadie se ha escapado de tener este problema, Y qué duda cabe que ese tipo de riesgos pueden degenerar en situaciones de inseguridad, por lo tanto la Alianza tiene que también que mantener la visión sobre cosas que antes no nos preocupaban.
Hablando de la pandemia, Robles también ha hablado en varias ocasiones de la necesidad de una fuerza europea sanitaria, ¿la OTAN se ha planteado trabajar en la misma línea?
La Alianza tiene la misión de evitar que la pandemia acabe convirtiéndose en un riesgo para la seguridad de sus ciudadanos. Desencadenar instrumentos completos de lo que usted se refiere pues no se ha hecho y dudo mucho que llegue a hacerse con rapidez suficiente. Evidentemente, si de esta pandemia no salimos como todos esperamos la Alianza tendrá que incluir en su catálogo de riesgos permanentes los temas de salud, pero no quiero adelantar acontecimientos, tengo la esperanza de que podremos superar esta crisis sin desequilibrios que requieran actuaciones a nivel OTAN.