Los dos primeros Predator del Ejército del Aire español ya vuelan

Dos de los cuatro RPAS Predator B, adquiridos por España a la empresa estadounidense General Atomics, se encuentra en plena campaña de pruebas en la base aérea de Talavera la Real (Badajoz).

En la actualidad, además de las dos aeronaves, el 233 Escuadrón del Ala 23, responsable de la operación de este sistema de armas, ha recibido las dos estaciones de control terrestre (GCS, por sus siglas en inglés) incluidas en el contrato, junto con los equipos asociados que permiten su operación segura y el empleo completo de todas las capacidades del RPAS, según explica a Infodefensa.com el Ejército del Aire.

Las pruebas, añade, tienen lugar "con normalidad y al ritmo apropiado que permite la realización de la verificación programadas" y destaca que calendario de vuelos no se ha visto afectado por la pandemia del coronavirus. "Señalar que el Covid-19 no ha tenido efecto negativo alguno en el transcurso de dichas pruebas gracias a las medidas de prevención implantadas en el Ejército del Aire", aclara.

Por el momento, no hay todavía fecha oficial para el inicio de las operaciones. En este punto, la Fuerza Aérea detalla que "el Predator aportará notables capacidades a las Fuerzas Armadas, por lo que la implantación de un sistema de estas características conlleva un proceso progresivo con diferentes hitos que se han de cumplir, por lo que a día de la fecha es prematuro adelantar cuándo se podrán explotar las plenas capacidades del sistema".

Respecto al personal, el 233 Escuadrón está formado ya por un núcleo inicial tanto de tripulaciones de vuelo -pilotos y operadores- como técnicos de mantenimiento. "Este equipo irá aumentando a medida que se complete el sistema y sus capacidades, estando previsto alcanzar el número de 80/90 efectivos según el nivel de ambición requerido", asegura el Ejército del Aire.

Las dos aeronaves restantes, a finales de año

El calendario del programa tiene prevista la llegada a la base extremeña a final de este año de las dos aeronaves restantes, con el resto de material pendiente de recibir.

El primer vuelo de un Predator del Ejército del Aire tuvo lugar el pasado 30 de enero, como recogió entonces Infodefensa.com. En los últimos meses, los vuelos se han ido incrementando de forma progresiva. En la actualidad, los despegues y aterrizajes tienen lugar a diario. Esta fase de implementación incluye las pruebas de las aeronaves, pero también de los sistemas instalados a bordo para efectuar las misiones, y de todos los equipos en tierra firme, a centenares de kilómetros de distancia de los drones, diseñados para el control remoto de los aparatos y la recepción y procesamiento de las imágenes captadas.

También es importante la familiarización del personal responsable de la operación y el mantenimiento, desde pilotos, hasta técnicos y mecánicos, con los diferentes sistemas. El objetivo al final es que todas las piezas encajen a la perfección, tras comprobar que todo el sistema de armas cumple con las capacidades y requisitos establecidos en el contrato.

De forma paralela, avanza la construcción del futuro hangar del Predator que, además de los drones y los equipos asociados, contará con instalaciones para el personal responsable de la operación. A la espera de la entrega de este nuevo centro, los drones permanecen en una estructura provisional.