La compañía Navantia ha comenzado este año con opciones comerciales en Estados Unidos, Reino Unido, Marruecos e India. La empresa además confía en nuevos contratos militares en España, después de la firma durante el año pasado de la orden de ejecución de las fragatas F-110 y de los avances en el submarino S-80.
En Estados Unidos, el astillero español continúa entre los finalistas del programa de fragatas FFGX con su socio local, General Dynamics-Bath Iron Works. La oferta hispano-estadounidense tiene como diseño de referencia la fragata australiana AWD clase Hobart, derivada de la clase F-100 de la Armada española. La adjudicación de este contrato para dotar a la US Navy de una veintena de fragatas está prevista este mismo año.
Al otro lado del Atlántico, en Reino Unido, Navantia participa junto con la británica BMT en el programa Fleet Solid Support (FSS) que incluye la construcción de hasta tres buques logísticos para la Royal Navy. El Gobierno británico suspendió el concurso a finales del año pasado hasta la ejecución del Brexit. La resolución del concurso -valorado en 1.600 millones de euros- también será a mediados de este año, según el calendario actual.
Mientras en India, Navantia tiene dos frentes abiertos. Por un lado, la compañía aspira a construir cuatro buques de asalto anfibio para la Marina india, junto con el astillero local Larsen & Toubro, basados en el Juan Carlos I español. Y, por otro, a mediados del año pasado presentó su submarino S-80 al concurso abierto por el país asiático para adquirir seis sumergibles convencionales.
La compañía además negocia con Marruecos la venta de dos patrulleros clase Avante por unos 260 millones de euros. Los patrulleros ofertados son similares a los cuatro Buques de Vigilancia Litoral (BVL) adquiridos en 2005 por Venezuela. La operación estaría pendiente de la firma del rey Mohamed VI.
En España, Navantia espera que el Ministerio de Defensa cuente con la financiación necesaria para sacar adelante dos programas: el BAM de intervención subacuática de la Armada y los nuevos buques de transporte logístico del Ejército de Tierra. Ambos proyectos están en el plan estratégico presentado por el astillero estatal para el periodo 2018-2022.
La prioridad número uno de la Armada es la adquisición de un buque para sustituir al veterano Buque de Salvamento y Rescate Neptuno con más de 30 años de servicio. Navantia comenzó el año pasado los trabajos de ingeniería para el diseño de nuevo buque, que deberá estar operativo para la entrada en servicios del primer submarino S-80 en 2022.
Por su parte, el Ejército de Tierra tiene que renovar también su flota de buques de transporte, operados por la Armada. En noviembre del año pasado, el ministerio dio de bajo el El Camino Español. La retirada de este buque obliga a pensar en un nuevo programa. Navantia, en este caso, ofrece el desarrollo de un Transporte Logístico Ecológico Trivalente (TLET).