El grupo de operaciones especiales español (SOTG) desplegado en Irak tiene en la actualidad entre sus efectivos a Zero, un perro de intervención de operaciones especiales especializado en la detección de explosivos y con capacidad para identificar varios tipos de sustancias.
El can es ya un veterano de la misión en Irak. Zero forma parte de la rotación que llegó en noviembre y finalizará la misión en mayo. Se trata de su segundo despliegue en Irak; el primero fue hace dos años.
Su capacidad distintiva es que puede ser dirigido y operar a grandes distancias —más de un kilómetro— mediante radio, dron o láser. Para ello, su arnés y casco incorporan cámaras, que permiten a su equipo recibir imágenes en tiempo real de la situación y operar con precisión en entornos hostiles. A través de radio, el K9 -como se conocen los perros adiestrados para misiones policiales o militares- recibe órdenes para iniciar su trabajo, ya sea en búsqueda de explosivos o neutralización de amenazas. Todo ello permite cumplir la misión sin tener que exponer al equipo humano a los peligros de estas zonas.
Equipo Operativo K9
El Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra, hace ocho años, comenzó a adiestrar a perros en la detección de explosivos y la neutralización de un amplio espectro de amenazas. Estos canes forman hoy el Equipo Operativo K9, que también se ha trasladado a Irak para apoyar al Servicio Contraterrorista (CTS) en su lucha contra Daesh.
El primer paso lo dio el protagonista de esta historia, Zero, que estuvo integrado en el SOTG XVII entre noviembre de 2022 y mayo de 2023. Su trabajo interesó al general Haidar, jefe del 2º Iraqui Special Operación Force (ISOF) del CTS, que quiso implementar esta capacidad para su unidad.
Desde ahí, comenzó en Irak el desarrollo del nuevo concepto de empleo de perros, con la construcción del K9 Training Center y la selección de cuatro cachorros para entrenarlos en estas capacidades: Diésel, Norte, Max y León. Este centro ha construido nuevas instalaciones, que pretenden albergar hasta 20 perros adiestrados en combate.
En la actualidad, y como ocurre en España, estos perros no sólo desempeñan su función tradicional, sino que además desempeñan sus labores tácticas, transportan equipos como cámaras, linternas, láseres y marcadores, y actúan como nodos de comunicación en enlaces tácticos, ampliando sus capacidades en el campo de batalla. Este enfoque refuerza la capacidad de las operaciones especiales, al tiempo que optimiza la seguridad y la efectividad de las misiones.