Con la llegada del avión T-6C Texan II a la Aviación de la Armada de México en el 2014, se iniciaron varias etapas en la aviación militar nacional. Era la primera vez que esta fuerza contaba con un avión multipropósito de última generación y también que dos fuerzas armadas mexicanas operaban al mismo tiempo, el mismo avión, comprado de fábrica, lo que les permitiría la integración de operaciones aéreas, adiestramiento y mantenimiento conjunto.
La compañía Beechcraft Corporation, subsidiaria de Textron Aviation Inc., entregó los dos primeros aviones de entrenamiento T-6C Texan II, ordenados a principios de ese año por la Secretaría de Marina (Semar) como parte del programa de modernización de los aviones de ala fija de la Armada mexicana. La empresa informó en un comunicado que los dos T-6C fueron ordenados en marzo de ese año, para remplazar a los aviones Valmet L90TP Redigo, que operaban como entrenadores en la Base Aeronaval (BAN) de La Paz, en la Península de la Baja California y como interceptores desde la BAN de Campeche en el Golfo de México desde 1992.
El Beechcraft T-6C+ Texan II de la Armada de México es un turbohélice de entrenamiento avanzado y ataque ligero, operado por la fuerza aeronaval mexicana desde el 2014. Firma Semar
De acuerdo con la Armada de México, el T-6C es una aeronave monomotor turbo hélice, cuenta con poder de fuego provisto por dos ametralladoras HMP400 de Calibre 0.50 CDP y está certificada para vuelos VFR e IFR. La institución lo designó como interceptor, por sus características de diseño, maniobrabilidad, velocidad, techo de servicio y sistemas de armas.
Esta aeronave proporciona una herramienta con capacidad de fuego en apoyo a las unidades empeñadas en operaciones que coadyuvan a las atribuciones de la armada mexicana. La misión primaria asignada a esta aeronave está enfocada en operaciones de Apoyo Aéreo Cercano e Interceptación marítima y terrestre.
De la misma manera, la misión secundaria asignada a esta aeronave está enfocada en operaciones de Patrulla, Reconocimiento y Adiestramiento.
Los T-6C navales operan en el Escuadrón Aeronaval 512, en la base aeronaval de Chetumal; en el Escuadrón Aeronaval 111, en la base aeronaval de Tampico; en el Escuadrón Aeronaval 212 en La Paz y en el Escuadrón Aeronaval 311 en Campeche. Estos aviones son diferentes a los de la Fuerza Aérea Mexicana, porque cuentan con pintura especial para operar en ambientes marinos, además de que su camuflaje está adaptado de la misma manera.
La cabina de mando del T-6C cuenta con la tecnología necesaria para mantener a los pilotos seguros y mejorar su capacidad de entrenamiento. Firma Semar
En enero de este año se marcó un nuevo hito cuando personal naval femenino de la categoría de Oficiales de Aeronáutica Naval Piloto Aviador, llevó a cabo el vuelo de un avión tipo Texan T-6C+ para operaciones táctico-militares. Este evento encabeza la historia aeronaval del país por contar con una tripulación de vuelo de mujeres navales con capacidades y entrenamiento de alta especialización.
En la oportunidad, la tripulación de mujeres incluyó a las tenientes de Corbeta Fátima Nahomi González Cortés y Diana Laura Olivares Cruz, ambas de 26 años, originarias de Oaxaca y Veracruz, respectivamente. Con poco más de ocho años de servicio llevaron a cabo un vuelo de vigilancia en apoyo al Plan Marina: Operación Salvavidas Invierno 2023, sobre las principales playas del estado de Tamaulipas.
Con la operación del T-6C, los pilotos navales mexicanos están capacitados en las nuevas tecnologías y sistemas de última generación que en determinado momento les permitiría operar aviones de capacidades superiores.