El Ministerio de Defensa ha hecho balance del despliegue de las Fuerzas Armadas en la provincia de Valencia por la DANA, un mes después de la catástrofe. Hasta la fecha, han intervenido en distintos turnos más de 17.000 efectivos pertenecientes a los tres ejércitos y a la Guardia Real.
El operativo, coordinado por la Unidad Militar de Emergencias (UME), se ha centrado en misiones de búsqueda y rescate, atención a la población y acondicionamiento de infraestructuras. A día de hoy, los militares han superado ya las 3.000 intervenciones.
Al inicio del despliegue la prioridad fue la búsqueda y rescate de los afectados, llegando a salvar a más de un centenar de personas. Para ello, las Fuerzas Armadas utilizaron equipos terrestres, helicópteros con grúa, equipos de rescate aéreo para zonas inaccesibles y embarcaciones, además de equipos cinológicos.
Otra de las prioridades ha sido y sigue siendo la atención a los ciudadanos con más de 700 intervenciones médicas en la población civil y el traslado a civiles a zonas seguras, centros de salud y a recibir tratamientos diarios de enfermedades crónicas.
Destaca, además, la distribución de elementos de primera necesidad a la población; casi 90.000 litros de agua, 70.000 kilogramos de comida, así como herramientas, artículos de higiene y prendas de ropa, entre otros materiales.
También sobresalen las operaciones de retirada de escombros, lodos, productos orgánicos en descomposición y vehículos. En este punto, los militares han retirado alrededor de 800 vehículos, 40 de ellos mediante carga externa en helicópteros pesados Chinook.
Operaciones militares de apoyo en Valencia tras la DANA. Firma: Ministerio de Defensa
Actualmente, las Fuerzas Armadas tienen sobre el terreno un dispositivo de 8.500 efectivos y más de 2.000 medios para continuar con una misión que, según el Ministerio de Defensa "se extenderá el tiempo que sea necesario, hasta que todas las zonas afectadas recuperen la normalidad".
Las operaciones continúan con reconocimientos, tanto terrestres como aéreos y en el medio acuático, para localizar desaparecidos y cuantificar los daños mediante drones, helicópteros y equipos de buceo. Asimismo, los efectivos desplegados trabajan en los trabajos de limpieza y achique en túneles, colectores y zonas urbanas afectadas, y en la retirada de escombros, lodos y productos en descomposición.
Las Fuerzas Armadas trabajan además en la recuperación de la movilidad y los accesos, que en el caso de Buñol, Cheste, Picanya y Ribarroja, se ha conseguido gracias a la instalación de los puentes semipermanentes que permanecerán en uso hasta que se reconstruyan las estructuras desaparecidas por la riada.