El proyecto de adquisición de 24 aviones caza para la Fuerza Aérea del Perú (FAP) se llevará a cabo con total transparencia y se negociará directamente con los fabricantes, sin intervención alguna por parte de intermediarios, para asegurar las mejores condiciones, evitar incrementos injustificados de costes y reducir riesgos de corrupción.
El comandante general de la Fuerza Aérea del Perú, general Carlos Enrique Chávez Cateriano, también ha confirmado que la adquisición de aviones de combate no perjudicará los presupuestos de otros sectores al utilizar fondos propios del sector Defensa, buena parte de los cuales se conseguirán vía endeudamiento interno a través del Banco de la Nación del Perú. Según se informó, los créditos serán pagados a largo plazo (entre 18 y 25 años), sin afectar las cuentas fiscales ni la estabilidad macroeconómica del país.
“Estamos actuando con profesionalismo y transparencia. Hace más de tres años eliminamos en la Fuerza Aérea todos los intermediarios, aquellos que dicen ‘tengo un amigo que te puede vender’. Esos están eliminados”, afirmó el general Chávez Cateriano.
El instituto armado ya ni siquiera utiliza brokers de seguros para reducir costes y permitir que la FAP gestione directamente los factores económicos de las negociaciones. Esta nueva modalidad de adquisiciones se ha puesto en práctica en la adquisición de los dos aviones de transporte ligero Beechcraft 360C King Air, que configurado como ambulancia aérea arribará al Perú en los próximos días. El segundo 360C King Air llegará al Perú en el primer semestre de 2025.
Los cazas Mirage 2000 fueron adquiridos en el período gubernamental 1980-1985 durante la presidencia de Fernando Belaúnde Terry. Si bien en la oportunidad se ordenaron 26 cazas, el número de Mirage 2000 fue reducido posteriormente a 12 unidades durante el primer gobierno de Alan García Pérez. Esta reducción de la aviación de combate perjudicó seriamente la capacidad disuasiva de la FAP, lo que sumado a la crisis económica que atravesaba Perú a mediados de los años 90 y al terrorismo del que seguía siendo víctima, generaron el escenario propicio para la invasión de territorio peruano por parte de Ecuador en lo que se denominó posteriormente Conflicto del Cenepa.
La adquisición de cazas MiG-29 y aviones de ataque Su-25 a Bielorrusia le devolvió capacidad disuasiva a la Fuerza Aérea del Perú. Hoy en día con los MiG-29 en tierra, un número reducido de Su-25 en servicio y 11 Mirage 2000 (un Mirage 2000 se perdió en un accidente en abril pasado y lamentablemente falleció su piloto), la capacidad disuasiva está en duda en momentos de inestabilidad geopolítica en la región.
“Estamos comprando un seguro que respaldará a nuestro país y a nuestra nación por los próximos 30 o 40 años”, concluyó el comandante general de la Fuerza Aérea del Perú.
El presupuesto para la adquisición de aviones caza está en trámite para aprobación como parte del proyecto de ley de presupuesto público para el ejercicio fiscal 2025, actualmente en evaluación en el Congreso de la República.