Francia comienza las pruebas de mar de su primera fragata Belharra

La fragata de defensa e intervención (FDI, por sus siglas en francés) Amiral Ronarc'h, ya ha iniciado sus pruebas de mar. Se trata del primer buque de este nuevo tipo, del que la Marina francesa ha encargado cinco unidades y Grecia otras tres (más una en opción), en este caso de la variante propia FDI-HN. La construcción de estas naves, que inicialmente fueron conocidas como fragatas de tamaño intermedio (TFI) y cuya clase se denomina Belharra, tiene lugar en los astilleros de Lorient, al oeste de Francia, por parte de la compañía semipública Naval Group.

El inicio este mes de las pruebas en el mar del buque francés, que fue botado hace ahora casi dos años, suma un hito clave a este programa que de momento también ha celebrado la botadura de otras dos unidades más de las tres adquiridas por Grecia (la HS Kimon, en octubre de 2023 y la HS Nearchos, el pasado 19 de septiembre).

La fase que ahora inicia la FDI Amiral Ronarc'h permite a las tripulaciones que operarán con las Belharra familiarizarse con sus futuras fragatas y probar todos los sistemas y equipos en situaciones reales. Al tratarse de la primera unidad del programa, las pruebas beneficiarán a las demás unidades encargadas por las armadas de Francia y Grecia.

Ensayos en condiciones reales

El fabricante precisa que, a diferencia de las pruebas iniciales que suelen realizarse en las fragatas, las que ahora han comenzado irán más allá del simple perímetro de navegación y propulsión, e incluyen también pruebas del sistema de combate en condiciones reales en el mar.

La fragata FDI es un buque de alta mar polivalente y resistente, capaz de operar, solo o como parte de una fuerza naval, en todos los ámbitos de combate: antibuque, antiaéreo, antisubmarino, amenazas asimétricas y proyección de fuerzas especiales. En ella se reúnen, asegura, lo mejor de las tecnologías navales francesas en una plataforma compacta. “La FDI es una fragata potente e innovadora, diseñada para hacer frente a amenazas en constante evolución”. Sus desarrolladores la califican como “la primera fragata de combate polivalente innovadora, digital y cibersegura”.

Protección contra ciberamenazas

El fabricante también destaca que se trata de “las primeras fragatas que se benefician a bordo de una arquitectura digital que les permitirá adaptarse continuamente a la evolución tecnológica y operativa”. De esta manera, afirma, “podrán hacer frente a las amenazas actuales y futuras de alto espectro, con una cobertura de 360° en todas las bandas de frecuencia, y procesar una cantidad de datos cada vez mayor”.

Fragata FDI Belharra francesa. Imagen. Naval Group

Las FDI serán además las primeras fragatas francesas protegidas de forma nativa contra ciberamenazas. Contarán con una arquitectura informática redundante basada en dos centros de datos que albergarán, de forma virtualizada, una gran parte de las aplicaciones informáticas del buque. En términos de innovación operativa, continúa la fuente, “la FDI inaugura el concepto de pasarela dedicada a la lucha contra las amenazas asimétricas”. Se trata de un sistema que permitirá coordinar y dirigir la lucha contra las pequeñas amenazas cercanas, aéreas y de superficie, en particular contra naves trampa.

Exocet, Aster y NH90

Entre otras armas, los nuevos buques incluirán misiles antisuperficie Exocet MM40 B3C, misiles antiaéreos Aster, torpedos antisubmarinos MU90 y artillería). Además cada uno podrá alojar un helicóptero (clase de diez toneladas, como el NH90) y un vehículo aéreo no tripulado (de hasta 700 kilos), y también será capaz de acoger un destacamento de fuerzas especiales dotado de dos lanchas de comando. Estarán igualmente equipados con el radar Seafire de nueva generación con cuatro paneles fijos, desarrollado por Thales, “que, combinado con el sistema de lanzamiento de misiles, ofrece unas capacidades de defensa de área inigualables”.

La FDI desplaza 4.500 toneladas a lo largo de 122 metros de eslora y casi 18 de manga y acogerá a una tripulación de 125 oficiales y marineros, más otros 28 pasajeros si es necesario. En esa dotación se incluye al personal de aviación embarcada, ya que cada buque será capaz de alojar un helicóptero y/o un dron. Su autonomía alcanzará los 45 días, y será capaz de navegar a una velocidad máxima de 27 nudos Sus capacidades llegarán a todos los campos del combate naval: la lucha antisubmarina, la antiaérea, la guerra contra naves de superficie y la proyección de fuerzas especiales.