La compañía española ITP Aero ha construido ya una red formada por más de 25 empresas, centros tecnológicos y universidades en torno al programa FCAS/NGWS, alcanzando en poco más de un año y medio desde la firma del contrato inicial el 75% del objetivo de subcontratistas fijado por el Ministerio de Defensa español.
ITP Aero, líder del pilar del motor en España y coordinador de la industria nacional en esta área, ha reunido a todas estas entidades que forman parte de la cadena de suministro en este proyecto en un encuentro industrial celebrado este miércoles en Madrid al que tuvo la oportunidad de asistir Infodefensa.com.
El evento permitió compartir los últimos avances en el programa y poner en común el estado de las tecnologías de nueva generación en fase de desarrollo.
Este grupo de empresas, la gran mayoría españolas, es el "núcleo" con el que ITP Aero trabajará los próximos años, hasta 2026, en la Fase 1b de desarrollos tecnológicos que ya está en marcha, como explica el director del programa FCAS, Ricardo Navarro. La compañía española es responsable del diseño de tres piezas claves del futuro motor del Next Generation Fighter (NFG): tobera, turbina e intercambiadores de calor.
Para el fabricante de motores y turbinas español, destaca Navarro, el FCAS representa el mayor proyecto tecnológico en sus 35 años de historia y consolida su posición como empresa tractora en el sector aeroespacial y de defensa español.
Nuevas tecnologías
ITP Aero avanza en el desarrollo de diferentes tecnologías junto con su cadena de suministro en el área de la propulsión; desde intercambiadores de calor avanzados o turbinas de baja presión adaptadas a altas temperaturas, hasta sistemas de control de última generación y análisis de aplicaciones con tobera vectorial multiparamétrica, pasando por materiales innovadores de alto rendimiento como los compuestos de matriz cerámica (CMC) para operaciones a temperaturas extremas o tecnologías de álabes monocristalinos, que solo tienen dos o tres empresas en el mundo.
La fase 1b de desarrollo tecnológico comenzó en marzo de 2023 y finalizará en junio de 2026. "Estamos prácticamente en el ecuador, cumpliendo con los objetivos marcados; estas fases de desarrollo son terreno por explorar y nos tenemos que apoyar en la cadena de suministro", subraya Navarro.
La compañía reporta de forma trimestral -como el resto de líderes de pilares- al Ministerio de Defensa los avances en el programa en contratación. La mayoría de empresas de la cadena de suministro son españolas, si bien, ITP Aero ha tenido que salir fuera para encontrar determinadas tecnologías muy específicas -como los CMC- y tiene algunos subcontratistas en Francia y Alemania, al tiempo que explora trabajar con firmas belgas, país que acaba de sumarse al programa.
El director del programa FCAS en ITP Aero profundiza en alguna de esas tecnologías que está diseñando la compañía como los sistemas que permiten controlar ciertos módulos y componentes del motor como la tobera. "Trabajamos en controles distribuidos frente a una única unidad de control central que gobierna todos los equipos; queremos distribuir ese control entre los distintos equipos, lo que tiene ciertas ventajas en peso y fiabilidad", comenta.
Baja observabilidad
El FCAS pone el foco en las tecnologías de baja observabilidad y aquí el objetivo es reducir la firma infrarroja de las emisiones del motor para evitar la detección. "Estamos trabajando en nuevos sistemas para la refrigeración de componentes, clave para la baja observabilidad", apunta Navarro. También resulta muy interesante otro proyecto, el desarrollo de intercambiadores de calor, capaces de transformar en energía eléctrica el calor que emiten ciertos componentes periféricos del motor. "Una tecnología novedosa y poco explorada".
Las empresas del programa FCAS están preparando ya las ofertas para la fase 2 del programa FCAS entre 2026 y 2029, donde ya habrá ensayos de las tecnologías. Y, a partir de ahí, el proyecto entraría en una fase 3 con pruebas, en el caso de la propulsión, del motor completo.