Dos empresas de las grandes empresas españolas de defensa, Navantia e Indra, han firmado esta semana en Madrid un memorándum de entendimiento con la firma japonesa Kawasaki Heavy Industries que analizará el avión P-1 de esta última para operaciones marítimas.
Este nuevo acuerdo se produce en un momento de recuperación de las capacidades de patrulla marítima en España, después de la retirada de los aviones P-3 Orion del Ejército del Aire y del Espacio en 2022. El Ministerio de Defensa ha cerrado recientemente con Airbus Defense and Space la compra de 16 aviones C295 -8 de vigilancia marítima y 8 de patrulla marítima-.
Representantes de Navantia, Kawasaki e Indra en la firma del acuerdo. Firma: Navantia
Antes de la compra de los nuevos C-295, el P-1 japonés aparecía en los estudios elaborados por el Ejército del Aire y del Espacio como una solución a largo plazo -considerando el avión de fabricación española como una solución transitoria-.
Navantia e Indra no han dado, por el momento, más detalles sobre el alcance del memorándum de entendimiento. Pero lo cierto es que el acuerdo reaviva de nuevo el debate sobre la necesidad de un avión con características superiores al C-295, una cuestión que parecía zanjada tras la firma hace menos de un año, en diciembre de 2023, del contrato entre Defensa y Airbus Defense and Space por 1.600 millones de euros.
El P-1 es un avión de patrulla marítima cuatrimotor, diseñado por Kawasaki Heavy Industries para reemplazar a los P3-C Orion. La aeronave, en servicio desde hace una década, actúa principalmente en misiones de vigilancia y patrulla en la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón. Por el momento, el país asiático no ha logrado ningún cliente de exportación para el avión.