El contingente español en la misión de Naciones Unidas en Líbano, formado por unos 650 militares, ha reforzado las medidas de seguridad ante el incremento de las hostilidades entre Israel y Hezbolá en los últimos días.
Ambos bandos están prácticamente al borde de la guerra abierta, tras los recientes bombardeos de Israel en distintas posiciones de la milicia por todo el país. Y los enfrentamientos podrían ir a más. El Gobierno israelí incluso ha abierto la puerta a una intervención terrestre.
Ante este situación, el Estado Mayor de la Defensa (Emad), responsable de las operaciones de las Fuerzas Armadas españolas, ha difundido unas declaraciones del jefe de la brigada del Sector Este de Unifil, el general de brigada Guillermo García del Barrio, en las que explica que las medidas de seguridad se han incrementado para "priorizar" la seguridad de los soldados españoles.
El general ha detallado que las medidas de seguridad se traducen en tres niveles: obligatoriedad de portar el equipo de protección personal -chaleco antibalas y casco- siempre a mano -nivel 1-; traslado de todo el personal a la posición de Naciones Unidas más cercana y equipo de protección puesto -nivel 2-; y desplazamiento a los búnkers que existen en las diferentes posiciones -nivel 3.
Solo los refugios de la base Miguel de Cervantes, que alberga al grueso del contingente español, cuentan con 21 búnkeres con capacidad para hasta 2.000 personas. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha informado esta misma semana que las tropas españolas permanecen alrededor de 14 horas al día dentro de los búnkeres.
“Además, en nuestras patrullas próximas a la línea de separación entre Israel y Líbano, siempre realizamos nuestros desplazamientos en vehículos acorazados y nunca solos, manteniendo siempre contacto permanente con nuestra base”, ha añadido el jefe de la Brigada.
Tras los ataques de los últimos días, “estas medidas se han visto incrementadas fundamentalmente en el tiempo que pasamos en los niveles 2 ó 3 con la finalidad de priorizar siempre nuestra seguridad en el cumplimiento de los cometidos asignados”, ha indicado.
“En una misión militar el riesgo cero no existe. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Naciones Unidas no es objetivo de ninguna de las partes; tanto Israel como Líbano han aceptado nuestra presencia donde desplegamos. Además, gracias a nuestra labor, el sur del Líbano ha disfrutado de uno de los períodos de paz más largos en toda su historia”, ha continuado el general.
Cese de las patrullas
Respecto a las patrullas conjuntas con las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF), el general García del Barrio ha explicado que, hasta el pasado 23 de septiembre, el 15 por ciento de las actividades operativas de la Brigada se realizaban junto con las LAF. “La coordinación de nuestras actividades era permanente y nuestras relaciones con ellos siempre han sido excelentes. Además, disponemos de oficiales de enlace de las LAF trabajando permanentemente con nosotros en nuestra base. A partir de esa fecha, sin embargo, nuestras patrullas se han limitado a las estrictamente necesarias y, por tanto, nuestras actividades se han reducido”. No obstante, el general ha afirmado que, “cuando termine esta limitación, volveremos a retomar nuestras patrullas conjuntas con ellos en beneficio de nuestra misión”.
El jefe del Sector Este ha destacado la preparación de todos y cada uno de los integrantes del contingente. “Durante los seis meses de preparación en España antes de desplegar, nos preparamos específicamente para esta misión, volcando especialmente nuestro esfuerzo en mentalizarnos para afrontar las situaciones que actualmente estamos viviendo. Por lo tanto, la situación actual no nos sorprende, lo cual no quiere decir que no nos preocupe”.
Restricciones a las comunicaciones con España
Añade que, por un lado, preocupa la población civil. “Les puedo asegurar que sentimos sus desgracias como nuestras. Recibimos muchas llamadas de personas procedentes de las poblaciones aledañas a la base para interesarse por nuestra situación, y eso dice mucho de ellos”, ha indicado.
“Pero también sentimos preocupación por nuestras familias y sobre todo por la información que pueden recibir sobre las condiciones en las que desarrollamos nuestro trabajo actualmente”, ha señalado el general, quien ha resaltado que en la base disponen de internet libre, por lo que todos los componentes de la brigada pueden mandar mensajes y realizar llamadas o videollamadas con su teléfono móvil u otro medio electrónico de forma totalmente gratuita y sin limitaciones. “Por tanto, el contacto con las familias está asegurado y es permanente”, ha afirmado.
“Sin embargo, cuando adoptamos las medidas de seguridad que nos aconsejan desplazarnos a los búnkeres, los medios de enlace civiles tipo wifi se restringen por nuestra seguridad. Sabemos que esto puede producir preocupación en nuestras familias, pero todos ellos deben comprender que es por nuestra seguridad y no deben preocuparse; aunque somos muy conscientes de que, a veces, no resulta fácil para ellos”, ha reconocido.