Países Bajos va a comprar otros seis cazas F-35, más helicópteros NH90 y nuevas fragatas

El clima bélico que planea sobre Europa, básicamente desde la invasión rusa de Ucrania iniciada en febrero de 2022, está impulsando los programas de adquisiciones militares en el viejo continente. Países Bajos, de la que acaba de trascender que planea recuperar su perdida flota de carros de combate propios, también va a adquirir más armamento de calado para reforzar su fuerza aérea y su armada. 

En concreto, el país va a comprar otros seis aviones de combate de quinta generación F-35A, de la estadounidense Lockheed Martin, más helicópteros de la versión naval del NH90 fabricado por Airbus Helicopters y nuevas fragatas antisubmarinas (ASW).

Así figura en el nuevo Memorando de Defensa que se acaba de presentar en el país, prevé un aumento de su presupuesto militar de 2.400 millones de euros en los próximos años para poder hacer frente a este tipo de decisiones. Los planes también contemplan la adquisición de más munición, incrementar la ciberdefensa, reforzar a la policía militar y mejorar la innovación y a la industria de defensa local, según la información recogida por el portal neerlandés RTL.

Países Bajos anunció en 2022 la compra de otros seis F-35 adicionales, lo que elevó su flota prevista a 52 aparatos. Si a ellos se suma otra media docena, como se ha conocido ahora, el arsenal neerlandés de estos aviones de combate llegará a los 58 aparatos.

“Hacer todo lo posible”

El esfuerzo extra en defensa de Ámsterdam busca “contribuir activamente a disuadir a los adversarios para evitar un conflicto armado”, de acuerdo con el ministerio de Defensa de Países Bajos, que se refiere a la amenaza que representa Rusia. 

"La implacable agresión de Rusia en Ucrania muestra que un ataque a la alianza de la OTAN ya no es impensable”, apunta el ministro de Defensa, Ruben Brekelmans, para quien "la mejor manera de prevenir la guerra es mantener a raya a los posibles adversarios”. Para ello, añade, se requiere de “unas fuerzas armadas creíbles, fuertes e innovadoras”. De ahí la “necesidad imperiosa” de estas inversiones en armamento, como él las califica. “Junto con nuestros aliados, debemos hacer todo lo posible para evitarlo”, concluye el ministro.