General Stevenazzi (Uruguay): "Uno de mis objetivos principales es lograr la estandarización logística de las unidades básicas"
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Entrevista

General Stevenazzi (Uruguay): "Uno de mis objetivos principales es lograr la estandarización logística de las unidades básicas"

El comandante en jefe del Ejército de Uruguay indicó que "el Ejército debe conversar con el poder político para tratar de mejorar las retribuciones del personal en actividad"
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General de Ejército Mario R Stevenazzi Firma: Ejército de Uruguay
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El Ejército Nacional de Uruguay se encuentra en un proceso de renovación que incluye la adquisición de blindados de reconocimiento, vehículos tácticos 4x4 y el recambio de su flota de camiones medianos y pesados. 

Este proceso encuentra a la Fuerza desplegada en una multitud de tareas adicionales a su cometido principal, que es la Defensa militar de la nación y que incluye la custodia exterior de recintos carcelarios, la colaboración en caso de emergencias y un amplio despliegue en el control de fronteras, colaborando con el control y represión contra el tráfico ilegal de mercaderías, estupefacientes y personas. Estas tareas llevan a que el personal se encuentre desplegado por largos períodos de tiempo.

Sobre estos temas y otros de importancia para la Fuerza, Infodefensa.com entrevistó al comandante en jefe del Ejército de Uruguay, general de Ejército Mario R. Stevenazzi.

¿Cómo ve la situación actual del Ejército y sus capacidades operativas?  

Lo primero que hay que hacer es contextualizar lo que es el Ejército y su rol principal, que es la Defensa Nacional, y para eso hay que mantener una Fuerza entrenada. Si nosotros no entrenamos, perdemos capacidades, pero además perdemos nuestra disciplina y la capacidad de trabajo conjunto, que es la línea de operaciones del Ejército Nacional. El Ejército no funciona con dos personas que van al frente, sino que es un sistema integrado por todas las Armas que lo componen, con un plan de apoyo logístico detrás, para el cual hay que tener un soporte de entrenamiento que es fundamental, que lleva tiempo lograr y que no se puede perder.

Además, la Fuerza cumple un rol social muy importante y está presente en cada una de las actividades en las que el país la necesita, sobre todo cuando hay circunstancias complicadas desde el punto de vista social, como pueden ser inundaciones o incendios y otro sinnúmero de circunstancias en las que es necesario que el Ejército intervenga. En todos los casos, esto se hace de manera muy profesional y lo puede hacer porque tiene una formación, una logística y una disciplina sólida. Cuando el Ejército es convocado para realizar una operación de la índole que sea, la realiza con todos los medios profesionales que tiene, acorde a la finalidad. 

Nuestra Fuerza también tiene medios desplegados en misiones operativas de paz, en las que actualmente tenemos alrededor de 1.000 efectivos operando junto con todos los medios necesarios para cumplir su misión. A eso hay que sumarle el control de fronteras, de acuerdo con la Ley que así lo impone, junto con la seguridad exterior de los recintos carcelarios, tarea que cumplimos desde hace más de 20 años.  

¿Este tipo de despliegue implica algún tipo de desgaste sobre los efectivos?

Todo esto implica que, para los más o menos 15.000 efectivos que componemos el Ejército, incluyendo personal subalterno y oficiales, todas las semanas, por períodos de tres o cuatro días no puedan volver a sus casas.  Esto sucede porque tienen alguna guardia o misión que cumplir. Sin dudas, esta situación es un esfuerzo que genera un desgaste muy grande. Si a esto le sumamos que muchas veces se menciona que el Ejército podría relegar soldados para hacer determinada función en beneficio de otra repartición de la administración pública, seguiríamos aumentando la carga laboral de nuestros efectivos, que de volver a su hogar cada 4 días como sucede hoy, pasarían a estar solo 2 días por semana en su casa. Esto es aplicable cuando la Fuerza opera en tiempos de guerra, pero en tiempos de paz no resultaría muy justo. Por ahí pasa mi comentario y preocupación, pero me voy a mantener al margen de hacer comentarios porque el Ejército tiene que ajustarse a lo que indica la ley. 

Es fundamental considerar la parte humana del soldado de todas las jerarquías. Cuando yo me refiero a un soldado, hablo de todos los miembros de nuestra Fuerza. El soldado tiene una vida, tiene planes, tiene derecho a una licencia y si esas licencias no se pueden cumplir porque tenemos actividades, eso genera un desgaste muy importante para nuestros efectivos y sus familias. 

El Ejército tiene una vasta distribución geográfica en todo el país que data de la era colonial. Esta distribución genera un costo significativo para una Fuerza que, como todas las demás, tiene escasos recursos operativos. ¿Es viable hacer una reducción en la cantidad de destacamentos, Batallones o Regimientos sin una un costo social alto?

Lo que no hay que perder de vista es que las misiones del Ejército van cambiando, si al Ejército le piden que cuide la seguridad perimetral de los establecimientos carcelarios, necesita tener un despliegue cerca de esos lugares porque si no el coste material y humano es tremendamente grande. Si al Ejército se le ordena que cuide la frontera, la Fuerza tiene que estar desplegada en la frontera, exceptuando los centros poblados. Es la única manera de conocer el terreno. Es cierto que el despliegue del Ejército es muy antiguo, pero tiene —a mi criterio— un elemento muy importante que consiste en una reserva de Ejército fuerte en Montevideo y que desde ahí, para un país de área reducida como el nuestro, con buenas vías de comunicación terrestre, se puede apoyar una operación militar en cualquier rincón del país. 

No olvidemos el sentido del Ejército, que es el de cumplir su rol en la Defensa Nacional. Se podría analizar alguna relocalización o cambios en cuanto a las unidades que están desplegadas, porque en la actualidad ya no se opera con unidades puras de un Arma, sino que se opera en conjunto, con sistemas de combate integrados. Más allá de eso, considero que actualmente se cumple con la misión, se está en condiciones de operar con equipos de combate y además se cumple con el rol social de la defensa civil que es un elemento fundamental que, si bien es una misión subsidiaria, es muy importante para el Ejército. Así que, si bien se podría sustituir una unidad por otra para conformar equipos de combate, no se prevé realizar ningún cambio sustancial. No tenemos ningún estudio que permita iniciar ese proceso, al menos en estos momentos.

Las modificaciones en los haberes de retiros han afectado seriamente a las fuerzas y su capacidad de retención del personal, particularmente en la Fuerza Aérea y la Armada, ¿cómo ha afectado esto al Ejército?

Todo cambio que se hace dentro de nuestros planes de vida y de carrera, afectan directamente. En este caso hay una línea que divide a quienes quedan comprendidos en la ley vieja y la ley nueva, que sin lugar a duda nos afecta. Yo creo que en el Ejército se ha entendido perfectamente que eso tiene que estar separado de lo que es nuestra capacitación diaria para cumplir con nuestro rol militar. Creo también que se ha logrado reducir el efecto en base a muchas charlas que se han tenido con mucha gente joven, para explicarles los cambios. Personalmente pienso que la línea establecida para unificar el sistema de seguridad social del país, es un tema delicado, podría ser la adecuada.  El problema fundamental que tenemos aún en la Fuerza es que, si bien se ha ido recomponiendo, falta mucho en la recuperación de los sueldos de la gente que está en actividad. Entonces ahora que el país ha tomado la decisión de unificar los distintos sistemas de seguridad social que se tienen (existen 6 cajas jubilatorias o de retiro), proceso que debe ser completado para el año 2033, el Ejército debe conversar con el poder político para explicarle esta situación, para tratar de mejorar las retribuciones del personal en actividad y compensar la reducción en haberes de retiro que se sufrió con la nueva ley. Yo creo que ese es el camino a seguir. Si bien hemos tenido algunos efectivos que decidieron pasar a retiro antes de que los afectara la nueva ley, la gran mayoría ha entendido la importancia de continuar trabajando en la línea que estamos y atender este problema para tratar de solucionarlo con líneas de trabajo como las que estamos mencionando. Estamos de acuerdo que tener un solo sistema de Seguridad Social va a ayudar y será más equitativo para todos, pero lo que no es equitativo es la gran diferencia de sueldo que existe entre el personal militar y el resto de los funcionarios de la Administración Pública.

Se han recibido algunas donaciones, como los M108 y los Engesa Urutu de Brasil. Esto se suma a una gran variedad de equipo proveniente de muchos países, con distintos grados de operabilidad. ¿Existe algún plan de compras unificado, de estandarización de equipamientos o algo similar?

Los M108 vinieron para sustituir a los M101 más antiguos, de origen norteamericano que, aunque siguen estando vigentes, tienen un desgaste importante. La idea es que estos vehículos además puedan operar conjuntamente con la brigada blindada que se está estableciendo en el centro del país, proporcionando capacidad de artillería móvil con cierta protección. Con respecto a la logística, yo me hice cargo del Ejército hace apenas poco más de un año y desde ese momento uno de los objetivos iniciales ha sido lograr la estandarización logística de las unidades básicas como primera meta. En lo que refiere al mantenimiento logístico vehicular de dichas unidades, estamos en un proceso de renovación del material rodante y de algunos de nuestros vehículos mecanizados. En el corto plazo estaremos recibiendo 30 vehículos Mercedes Benz Atego 1725 4x4 junto a una partida de 60 Oshkosh Mk23, que vendrán con un parque muy grande de repuestos. Junto a esto estamos esperando los blindados de reconocimiento Oshkosh MATV y la idea es asignar esos vehículos en forma centralizada por unidades básicas, tratando de que en una unidad no haya vehículos de cuatro marcas distintas, como ahora nos sucede. Esto solo será posible en algunas unidades porque obviamente la cantidad de vehículos que recibiremos no alcanza para modernizar a toda la Fuerza. Ese es el camino que tenemos marcado hoy en día. Paralelamente, estamos en el proceso de sustituir nuestros Land Rover tácticos, proceso para el que ya hemos abierto una licitación para comprar su reemplazo, los que eventualmente serán distribuidos con el mismo concepto que antes manejaba. Definitivamente sabemos que nuestros vehículos deben ser operados por muchos años y para eso debemos tener una logística adecuada. 

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Oshkosh M-Atv similar a los que pronto recibirá Uruguay Firma: Military.com

Con respecto a los fusiles y ametralladoras,  creo que el Ejército está en buenas condiciones, si bien tenemos algunos sistemas distintos, son de operación similar. Si nos proponemos estandarizar todo nuestro material al calibre 5.56mm, dado que actualmente más o menos tenemos la mitad en ese calibre y el resto en 7.62mm. Sin embargo, este ultimo calibre nos ha dado muy buenos resultados, con una logística ya instalada que nos permite operar y mantener estos fusiles y de hecho es el que usamos generalmente en nuestras misiones de paz. Más allá de eso no tenemos planes de compra de fusiles en el corto plazo, estamos en año electoral y hay que esperar a que asuma el nuevo gobierno para conversarlo. Si bien la necesidad existe, hay que esperar. Nosotros tenemos una comisión de trabajo, encabezada por un general, para definir cuáles son las líneas logísticas para el próximo quinquenio. Hay mejoras que debemos hacer en lo que refiere a comunicaciones y defensa antiaérea; además estamos incursionando seriamente en los que es ciberdefensa y ciberseguridad. 

En referencia a la adquisición de los Oshkosh, ¿la compra fue FMS?

Fue una compra FMS, sistema al que hemos vuelto y que nos permite acceder a este sistema de compras que por algún motivo se había dejado de utilizar hace bastante tiempo. Recientemente tuvimos varios acercamientos con Estados Unidos, particularmente con la General Richardson del Comando Sur de Estados Unidos con quien mantuvimos conversaciones, lo que nos ha permitido abrir nuevamente este canal de compras que es muy beneficioso para el país. En particular, un excelente ejemplo de esto es la compra de los camiones Oshkosh que mencionaba anteriormente que, si bien son usados, su empleo ronda las 150 millas y una comisión que envié a revisarlos comprobó que están en condiciones prácticamente nuevas. 

Buena parte de los recursos de funcionamiento de las Fuerzas Armadas se origina en las misiones de paz. Actualmente la misión más importante del Ejército Nacional, en la República Democrática de Congo, está en proceso de cierre. ¿Qué alternativas se presentan para esta situación? ¿Hay alguna misión en puerta?

La misión en la República Democrática de Congo se acaba, pero no sabemos exactamente cuándo. Eso genera una gran incertidumbre porque en diciembre de este año tenemos que relevar un batallón. Para eso debemos preparar un Batallón de reemplazo, lo que cuesta desgaste material y humano. Todo esto puede caer, si la ONU nos dice dos meses antes del despliegue que no vamos.

Nosotros debemos tener siempre a la gente y los equipos en condiciones. Afortunadamente el Ejército ha generado una capacidad muy importante para preparar a nuestros batallones y tenemos personal con mucha experiencia en misiones de paz. Ahora bien, esto requiere que los procesos se cumplan adecuadamente para que la misión se desarrolle correctamente. Nosotros hemos mantenido enlaces, de la misma manera que lo ha hecho el Ministerio de Defensa Nacional, para ir analizando otras posibles misiones donde Uruguay pueda participar y mantener esa capacidad. Las misiones de paz son muy importantes para el Ejército Nacional por varias cosas, primero porque es una fuente de recursos que permite mantener nuestro material y eventualmente reemplazarlo, pero además es el medio de entrenamiento real más económico que tenemos. Los efectivos que participan en una misión de paz pasan a operar en un teatro operativo muy complicado, adquiriendo una gran experiencia que después es volcada a nuestra tarea principal que es la Defensa Nacional. Adicionalmente, es una fuente de recursos para el personal, que logra hacerse de un dinero para cumplir algún sueño que de otra manera tal vez no seria posible. 

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Osprea Mamba Mk7 recientemente recibidos en Uruguay Firma: Ejército de Uruguay 

En este momento tenemos una compañía de despliegue rápido, a la que ya le fue hecha su primera inspección por parte de la ONU y que esperamos poner a las órdenes de esta organización lo más rápido posible. También, los vehículos mecanizado Osprea Mamba Mk7, que fueron donados por Estados Unidos, de los cuales 13 llegaron la semana pasada y el restante de la versión recuperadora, llegaría en octubre de este año. El resto del material ya está prácticamente pronto y almacenado, por lo que cuando lleguen los vehículos mecanizados ya podemos pedir la segunda inspección de ONU, con lo que quedaría habilitada esta unidad de reacción inmediata para ser desplegada. Nosotros utilizaríamos esa Fuerza de Reacción Inmediata como punta de lanza para desplegar mayores medios en una futura misión y sería el comienzo de un nuevo despliegue en otro lugar. Mas allá de eso, tenemos observadores militares en determinados lugares que para nosotros son de interés y hemos hecho contactos con ONU para analizar si hay posibilidad de generar nuevos despliegues. De lo que no hay dudas, es que las misiones son necesarias para el Ejército, pues debemos mantener esa capacidad que ha creado y que le ha dado al país un posicionamiento internacional, sobre todo por el nivel profesional de sus medios humanos. 

Analizando conflictos actuales, como la guerra en Ucrania, el combate asimétrico utilizando drones para destruir tanques y equipos de decenas de millones es la norma hoy en día. ¿Como ve el Ejército estos cambios y su posible utilización en Uruguay?

Aprovechamos los cursos académicos que realizamos en nuestras aulas y hacemos un seguimiento muy de cerca de estos acontecimientos. Este seguimiento táctico, en línea de aprendizaje, nos permite ver cómo va evolucionando el conflicto, además de evaluar los cambios doctrinarios. Es fundamental aggiornarse. Particularmente en las aulas del Instituto Militar de Estudios Superiores, lugar donde se forma a los Jefes y Oficiales de Estado Mayor, empleamos los cursos que se brindan para generar nuevos conocimientos. Lo que queda claro es que, lo más importante, es que las capacidades del empleo de medios estén presentes en cada uno de los elementos que son integrales del Ejército. Cada uno desde su rol, con la capacidad de emplear el equipamiento. Como vemos que ocurre en Ucrania, los medios van llegando y hay que saber usarlos, hay que tener la formación necesaria para saber emplearlos. Yo creo que Uruguay se tiene que centrar en eso y tiene que ir viendo cuales son las líneas de trabajo de los países enfrentados para ver de qué manera nosotros podemos ir mejorando nuestras capacidades para estar en condiciones de utilizar esos conocimientos. Nuestro Ejército actualmente es operador de diversos drones y evidentemente no tenemos la capacidad de comprar tanques de última generación. Entonces, con medios mucho más económicos, estando en condiciones técnicas y tácticas de utilizarlos, permite a un país de menor poder económico contrarrestar esas diferencias.



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