M. Santos (GDELS-SBS): "Se ha certificado la protección de dos versiones del VCR 8x8 y falta extenderla a las otras dos"
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M. Santos (GDELS-SBS): "Se ha certificado la protección de dos versiones del VCR 8x8 y falta extenderla a las otras dos"

Las pruebas reales ya han finalizado y el resto son simulaciones
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El nuevo Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 del Ejército de Tierra debe alcanzar un nivel máximo de protección. Es la primera vez que el proceso de certificación, que está casi finalizado, se realiza íntegramente en España, de la mano del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), único organismo acreditado para emitir el certificado correspondiente. 

Infodefensa.com ha entrevistado a Matías Santos, ingeniero responsable del Departamento de Protección de General Dynamics European Land Systems-Santa Bárbara Sistemas, la empresa encargada de la ingeniería de la protección del vehículo con un diseño 100% nacional. Para conocer todos los detalles del proceso.

Los estándares de protección que debe cumplir el VCR 8x8 los marcan desde OTAN y desde el Ministerio de Defensa. ¿Podría explicarnos cómo es el proceso que hay que seguir para hacer realidad esos requisitos?

Correcto, los requisitos los define el cliente. Se marcan una serie de amenazas a las cuales el vehículo se va a enfrentar durante su vida operativa y debe estar protegido contra ellas, lo cual se define en los pliegos de prescripciones técnicas. Nosotros interpretamos esas amenazas e iniciamos un proceso de aseguramiento de la protección en estas plataformas. Eso implica comenzar desde el diseño, integrar en ese diseño todos los conocimientos de proyectos anteriores y lecciones aprendidas, así como los últimos avances tecnológicos. 

Es un proceso iterativo, requiere ir modificando el diseño conforme se realiza el análisis para certificar que se está trabajando en la línea correcta. Al final del proceso se recurre a lo que son las pruebas de certificación que son las que marca la OTAN y que permiten validar y demostrar que el vehículo cumple con el nivel de protección exigido. 

¿A qué tipo de amenazas debe hacer frente el vehículo? 

En el caso concreto de la protección, estamos hablando de minas contracarro, minas enterradas y explosivos improvisados (IEDs). Estas son las amenazas contempladas en el pliego y para las cuales el vehículo ha sido certificado. Además, la plataforma tiene capacidades de protección para más amenazas, como por ejemplo protecciones balísticas, proyectiles e incluso proyectiles explosivos de carga hueca. 

¿Cuál diría que es uno de los mayores desafíos a los que os enfrentáis los ingenieros? 

En este tipo de plataformas nos enfrentamos a muchísimos requisitos que a menudo son contrapuestos. La protección es siempre lo más importante, así también lo marca la OTAN. Es el que predomina sobre el resto, pero también tenemos que asegurar otras cosas. Poder compatibilizar una protección con este máximo estándar con una movilidad importante, supone un reto muy complejo, porque la protección siempre va en contra de la movilidad, dado que implica meter más material e incluir más peso, lo que naturalmente va en detrimento de la movilidad. Encontrar este equilibrio es el desafío al que nos enfrentamos diariamente y yo, sin duda, considero que es el más importante. 

¿Qué mejoras se están implementando en este vehículo con respecto a los BMR

Este es un vehículo con un nivel de protección prácticamente máximo en su clase y, por lo tanto, esto implica muchísimas mejoras. Se comienza con la construcción de un esqueleto resistente a estos eventos. Esto implica el uso de materiales avanzados, técnicas constructivas basadas en la experiencia y que aseguren el desempeño. Las interfaces de todos los equipos tienen que estar cuidadosamente diseñadas para que no se produzca lo que llamamos proyecciones o fragmentos secundarios; es decir, que esté todo “amarrado”. Adicionalmente, las rutas de ingreso y egreso, escotillas y puertas, tienen que tener la capacidad de ser operativas tras el evento para permitir la evacuación del personal. Y luego, lo más importante, las interfaces con la tripulación. Asientos y todos los sistemas que permiten asegurar que en un evento tan extremo se transmitan al personal unas cargas suficientemente bajas para no solamente asegurar la supervivencia de la tripulación, sino también evitar la proliferación de lesiones.

Y todo esto que me comenta es 100% en español, ¿no? 

Sí, la plataforma de la que partimos es una plataforma que viene de MOWAG, pero nosotros hemos incorporado todo lo que el cliente nos ha pedido en los pliegos de prescripciones, todas esas amenazas nuevas y todos esos requisitos específicos. Hemos hecho todo el proceso de ingeniería completo, todos los rediseños y todos los cambios necesarios para asegurar la protección. Todo ha sido aquí en España, con los ingenieros de Santa Bárbara, tanto en Madrid, Trubia y Sevilla, culminando con las pruebas de certificación, que también es un hito que ha sido en España. Este proceso de certificación comenzó ya el año pasado, en abril de 2023, y se hizo conjuntamente con el INTA.

¿En qué consisten las pruebas de certificación? 

Para poder demostrar el nivel de protección del vehículo hay que hacer un ensayo estandarizado por la OTAN. Es un ensayo que está perfectamente definido, pero hay que ejecutarlo correctamente para poder dar respuesta a ese requisito. El plan de ensayos, que es destructivo, contempla seis explosiones: cuatro minas contra carro y dos IED’s. En España no se había hecho una prueba de este nivel anteriormente, por lo que supuso un gran desafío. Venimos preparando estas pruebas desde hace más de cuatro años, porque para poder llegar a las propias pruebas tuvimos que construir dos artículos de ensayo, dos vehículos completos. De hecho, uno de los artículos de ensayo que se han sometido a pruebas ha sido uno de los demostradores tecnológicos, un prototipo del 8x8, un vehículo completamente representativo, real y con sistemas integrados. Yo creo que es un hito inédito, un vehículo a ese nivel de completitud es muy difícil de someter a una prueba con todo lo que supone, y aquí se ha hecho. Eso minimiza cualquier potencial desviación con un espécimen específicamente construido para las pruebas.

En la prueba se suplanta la tripulación por lo que se llama vulgarmente dummies, los ATDs, que son dispositivos que están instrumentados, que pretenden reconstruir la respuesta humana frente a eventos externos. Esto nos permite evaluar, tras realizar la detonación de la mina o del IED, si existiría o no riesgo de lesión sobre los tripulantes. Eso, adicionalmente, se complementa con una serie de pruebas, una serie de vídeos y registros de alta velocidad en vídeo para poder observar todo lo que ha ocurrido, que no ha habido ningún potencial fragmento, nada que pueda poner en peligro dicha protección. Con todo eso la agencia de ensayos, que es una agencia acreditada, evalúa el resultado y emite el certificado. En este caso ha emitido el certificado favorable para las seis pruebas. Eso implica que el vehículo y la familia de vehículos VCR cumple con ese estándar de protección. 

¿El proceso de certificación ya está finalizado o todavía queda alguna prueba adicional? 

El proceso de certificación ha terminado en lo relativo a las pruebas, ya no se van a hacer más porque ya hemos completado el plan de ensayos. Ahora, como las pruebas estaban centradas en dos versiones del vehículo, la de Zapadores y la de Infantería, estamos en el proceso de extender esa certificación a las otras dos versiones no ensayadas, que son la de Puesto de Mando y la de Observador Avanzado. 

¿Se utiliza una barcaza común para todas las versiones o hay pruebas particulares para cada una de las versiones del VCR?

En el procedimiento que tenemos establecido para el Dragón existen pruebas para dos versiones y el resto son simulaciones, es decir, extensión del análisis para las otras dos. Si bien es cierto que para todo lo que es la protección, contra estos eventos, es una protección común; es decir, la solución es la misma para las diferentes versiones, aunque cada versión pues integra una serie de elementos específicos que pueden alterar ligeramente esa respuesta.

Los ensayos reales sobre el vehículo en el campo de pruebas son el último paso de la certificación, pero previamente hacéis simulaciones o ensayos virtuales, ¿me podría comentar acerca de esto? 

Sí. Una simulación numérica en lo que consiste es en intentar predecir la realidad. Nosotros partimos de una plataforma compleja y tenemos que hacer un modelo computacional. Hoy en día los ordenadores nos permiten ser muy refinados y llegar a detalles que antes era imposible, pues la precisión y la capacidad predictiva de estos modelos es mayor. Por eso es una herramienta tan válida para nuestro procedimiento de diseño y al final para llegar al hito. Aquí tenéis un ejemplo de una simulación de mina enterrada (se muestra en el vídeo). Se comprenden todas las fases del evento y se es capaz de predecir lo mismo que podemos observar en las pruebas reales. También tenemos el ejemplo de un explosivo improvisado lateral. Somos capaces de capturar la física compleja del fenómeno y poder luego tomar nuestras conclusiones.





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